Desesperación en Boada y Retortillo por el corte de carretera desde junio: «Es un fastidio»

«Las obras de ensanche y refuerzo de firme de la carretera DSA-443 entre Boada y Retortillo comenzaron en junio y deberían haber terminado el pasado 23 de septiembre«, protesta un vecino de Boada. Las actuaciones de la Diputación provincial se han extendido dos meses, y los trabajos continúan, obligando a los conductores a recorrer 18 kilómetros más de lo habitual, pasando por La Fuente de San Esteban.

A las molestias causadas a los vecinos, que deben desplazarse habitualmente para ir al médico, entre otras cosas. «Aquí no hay bancos ni oficinas», alega, y añade: «Desde muchos años atrás, Boada y Retortillo tenían el mismo médico, pero desde julio el médico que atiende a Boada no va a Retortillo por la problemática de la carretera«. Tampoco pasa el autobús por este mismo motivo. »Ahora tienes que llamar con antelación si necesitas utilizarlo«.

Además, Retortillo cuenta con el balneario, lo que hace frecuentes los viajes en esta zona, y supone una gran molestia no solo para los clientes, sino para los trabajadores que han tenido que hacer cuatro viajes diarios entre idas y venidas, ya que tienen dos turnos, lo que supone mucho tiempo y gasto, todo ello para eludir un tramo de tan solo 4 kilómetros y medio.

La alcaldesa de Retortillo, María del Carmen González, asegura que la situación supone un trastorno considerable: «Es un fastidio para la gente que va a trabajar, y tiene que hacer más kilómetros«, aunque también advierte: »Con las obras siempre pasa esto; los tiempos nunca se cumplen, al final se alargan«, y recuerda que la institución responsable tuvo que pedir en su momento una prórroga de dos meses más para finalizar las labores de ensanche y refuerzo del firme, dos meses que ya se han cumplido.

A partir de las 17:00 horas de la tarde del jueves se abrió el tramo para evitar causar más molestias, aunque las obras continúan su curso.

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