Las danzas unen a Santibáñez de la Sierra en torno a San Agustín

Santibáñez de la Sierra celebró este lunes el día más vistoso e importante de sus fiestas en honor a San Agustín en el que las danzas fueron, sin duda, las grandes protagonistas. Unas danzas que se dejaron ver en el interior de la iglesia durante la misa, a lo largo de la procesión por las calles del pueblo y ya en la Plaza después del ofertorio.

La misa, concelebrada por los padres Abel y Lucio, abrió los actos de la jornada, que contó con la presencia de autoridades de comarcales y provinciales, como el delegado de la Junta, Eloy Ruiz; el diputado provincial y alcalde de San Esteban, Antonio Labrador, o la alcaldesa de El Tornadizo, Feli Oliva. Participaron en los actos junto a los miembros de la Corporación y los integrantes de la junta de San Agustín, además de la corte de honor.

Con el final de la misa comenzaba el recorrido tradicional con los palos sonando por las calles al ritmo que marcaban Manuel de Arriba, el director de las danzas, y Edu Hernández, el tamborilero. Una vez en la Plaza tuvo lugar el ofertorio, que consiguió recaudar 784 euros. Mientras tanto, los jóvenes danzadores y danzadoras se preparaban para comenzar con el ramo y seguir después con los paleos. Primero el grupo de chicas y, después, el mixto. Danzas emotivas para los vecinos del pueblo y, en algunos casos, para los propios danzadores ya que no faltaron las dedicatorias a las personas ausentes. Con algunos palos rotos y algún sustillo, las danzas salieron a la perfección y la comitiva pudo enfilar de nuevo para la iglesia con la imagen del santo. Antes de partir al templo, el director de las danzas tomó la palabra para recordar que este año se cumplen cuatro décadas de danzas en Santibáñez en honor a San Agustín y, de ellas, él lleva 23 años. Aprovechó el momento para recordar a todos los que ya no están y darles las gracias, así como a los jóvenes que aún siguen, a los tamborileros y a todos los que luchan por su pervivencia.

La despedida marcaba el regreso a la Plaza, donde tenía lugar el convite del Ayuntamiento para todos los presentes: sangría, vino y refrescos junto a dulces, embutidos, empanadas o queso de Santibáñez para despedir la mañana con el mejor sabor de boca.

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