La curiosa inscripción descubierta en la reliquia de la Moza Santa

En 1434, el peregrino francés Simon Roland encontró en lo alto de la Sierra de Francia, una imagen románica de la Virgen María. Según cuenta la leyenda, este hombre había tenido una visión de que encontraría a la Virgen en esta tierra. Sin embargo, este hallazgo fue profetizado diez años antes.

Juana Hernández era una vecina de la localidad de Sequeros: «Tendría unos 14 o 15 años de edad y dice la leyenda que cuando murió, el 9 de marzo de 1424, abrieron el ataúd para que su padre pudiera despedirse de Juana y entonces la moza se incorporó y profetizó varios lugares santos de esta zona, como el Monasterio de Nuestra Señora de Gracia, el de las Batuecas o el propio de la Sierra de Francia», explica el alcalde Mauricio Angulo, «y predijo que se iba a encontrar la imagen de la Virgen como sucedió después».

Más allá de la leyenda, la existencia de la Moza Santa está probada en la documentación que todavía se conserva en el Ayuntamiento. Un escrito fechado en el año 1860 copia un capítulo del libro titulado «Nuestra Señora de la Peña de Francia» en el que se hace referencia a «una profetización de una hija de este pueblo cuyo hecho histórico tuvo lugar el 9 de marzo de 1424.

«Según las crónicas, era una joven muy devota», indica Angulo. El Consistorio celebra durante este año el sexto centenario del fallecimiento de la Moza Santa, con diversas actividades, pero también rehabilitando la que fuera la casa de Juana en el municipio serrano. «Todavía existe el inmueble y lo estamos rehabilitando para crear una pequeña casa museo y convertirla en un atractivo más del municipio. De hecho, en la parte de fuera se conserva una cruz donde ella rezaba», explica el regidor municipal. Además de la casa, se conservan diversas reliquias en la Iglesia del Robledo que han traído una nueva sorpresa.

Hace unos días, al preparar estos restos de cara a la procesión de la Santa Cruz, el cráneo ha desvelado una curiosa nota. «Al sacarlo de la hornacina donde se guardan, limpiando el polvo que tenía, hemos descubierto una inscripción, grabada en él que dice: Este calavera es de la doncella de Sequeros», cuenta con expectación el alcalde, «tenemos que estudiarla más a fondo».

La Historia de la Moza Santa tiene aún páginas por escribir.

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