Cuatro pueblos salmantinos se quedan sin colegio

En una situación diametralmente opuesta a la de Villar de Peralonso, cuyas aulas volverán a abrir, se encuentran cuatro pueblos de la provincia de Salamanca que ven como, si no se produce algún incremento en la matrícula de ultimísima hora, sus colegios no abrirán sus puertas el próximo día 9: Garcibuey, La Fregeneda, San Pedro de Rozados y Montemayor del Río.

Cuatro localidades afectadas por la despoblación que acarrea una falta de niños en edad escolar o que “los que hay, media docena en edad escolar, las familias prefieran llevarlos al colegio de Lumbrales”, como señalaba el alcalde de La Fregeneda, Manuel Alonso.

La triste realidad de estos cuatro pueblos coincide en un curso en el que la Consejería de Educación ha flexibilizado todavía más los requisitos para mantener abierto un colegio en el medio rural. Hasta el pasado curso el mínimo fijado era que hubiera cuatro escolares, aunque en los últimos años se había permitido la continuidad de aquellos centros en los que solo había tres, siempre y cuando en el pueblo hubiera niños con menos de tres años y cuyos padres se comprometieran por escrito a matricularlos en la escuela del municipio cuando tuvieran la edad para iniciar Primero de Infantil.

Ahora este requisito ya no es necesario, por lo que todos los municipios que dispongan de tres alumnos tendrán la seguridad de que el colegio seguirá abierto.

La situación en la que se encuentran las cuatro poblaciones que verán cómo se cierran este curso sus centros escolares se ha vivido en multitud de ocasiones en Salamanca en las dos últimas décadas. El descenso de la natalidad es uno de los efectos de la despoblación que sufre la provincia y en especial el medio rural. Una crisis de nacimientos que incluso se agravó por culpa de la pandemia.

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