Cuatro décadas de formación en Béjar

Muchos recuerdos volvieron el pasado viernes a la actualidad en la conmemoración del 40 aniversario del centro público de Educación de Personas Adultas Mateo Hernández, dependiente de la Junta de Castilla y León.

La comunidad educativa quiso celebrar un sencillo acto para repasar esas cuatro décadas de clases, experiencias y viajes en un centro que abrió sus puertas en septiembre de 1983 y, por tanto, en el curso que ya finaliza, cumple sus 40 años de formación para personas adultas.

La directora del centro, Diana Sánchez, fue la encargada de repasar la historia de una entidad que surgió por la demanda existente en la ciudad de un espacio para formar a los trabajadores y facilitarles el título de estudios primarios.

Desde entonces, muchos alumnos han pasado por sus aulas como refleja el dato facilitado por la directora, que cifró en 400 las matrículas en los años 2008 y 2009, pero que suben hasta las 750 existentes en la actualidad. No es el cómputo actual de alumnos ya que algunos estudiantes están inscritos en uno o varios cursos de formación.

Y una representación de ellos participó en un acto que contó con la proyección de un vídeo con las experiencias de algunas profesoras y, también, alumnas. Un ejemplo son María Teresa Alonso y Mari Luz Gómez, profesoras ya jubiladas.

La primera ejerció su profesión en el centro durante 27 años entre 1991 y 2018 y, tal y como ella misma aseguró, quiso jubilarse allí porque fue su segunda casa y descartó marchar a otro centro para dar clase hasta que se jubiló hace cinco años. También recordó que, al principio, el edificio carecía de calefacción y usaban estufas de leña (que llenaban de humo las aulas) en unos primeros años en los que había muchos más alumnos que en la actualidad, unos 40 por clase. A mayores, quiso resaltar el gran esfuerzo realizado por alumnos y profesores para sacar ese centro adelante. Finalmente, destacó la importancia de que los mayores se reciclen y sigan aprendiendo.

Por su parte, Mari Luz Gómez también ejerció en ese centro hasta su jubilación hace unos meses y destacó las diferencias que existen entre la educación de escolares y la formación para adultos.

En cuanto al alumnado, acudieron al centro Florentina Rodríguez y Cruz Sánchez. Ambas son dos ejemplos de personas de mediana edad que siguen preocupadas por formarse. En el caso de Florentina afirmó que llegó al centro entre 2008 y 2009 para sacarse el graduado en ESO y, después, seguir con el título de acceso a la Universidad. También recibió formación sociosanitaria, lo que le permitió trabajar. Asegura: «Me encanta formarme y me siento muy orgullosa de todo lo que hacemos aquí con los profesores. Es importante que la gente sepa que la jubilación no significa parar, tengo menos tiempo ahora que cuando trabajaba». En el caso de Cruz Sánchez, entró en el centro poco antes de quedar viuda y allí recibió un gran apoyo de compañeros y profesores. Empezó peluquería y le permitió atender a su madre. Después, le animaron a seguir estudiando a pesar del esfuerzo que suponía atender a su hijo, estudiar y sacar su casa adelante. Gracias a ello, se formó en la rama sanitaria y se realizó gracias a su trabajo como auxiliar de enfermería.

Todas ellas quisieron mandar un mensaje de entusiasmo para que los ciudadanos aprovechen esa opción de formación que le brinda el centro Mateo Hernández, que seguirá adelante con muchas ganas.

• Temas
• Junta de Castilla y León
• Béjar
• Educación