Visitantes viendo el cuadro de El Greco en la exposición De Claris Mulieribus de Alba de Tormes. EÑE

Un cuadro de El Greco y una escultura de Cano se suman a la magna exposición de Alba

Por ahora más de 2.000 personas han pasado por la exposición «De Claris Mulieribus». La muestra ofrece a los visitantes más de 200 obras, muchas nunca exhibidas en público

EÑE

Alba de Tormes

Sábado, 8 de junio 2024, 12:35

Una pintura de El Greco y una escultura de Alonso Cano del siglo XVII son las incorporaciones de renombre más recientes a la magna exposición artística «De Claris Mulieribus» que se puede visitar en el convento de los Padres Carmelitas de Alba de Tormes y que ofrece a los visitantes más de doscientas obras de arte de primera calidad, muchas de ellas nunca expuestas al público debido a que pertenecen a colecciones privadas.

Publicidad

En el caso de la pintura de El Greco es un San Francisco, mientras que la pieza de Alonso Cano es una Purísima, ambas de calidad indiscutible.

El óleo sobre lienzo lleva por título «Éxtasis de San Francisco de Asís» y se puede ver en las salas de exposición permanente «Entremos más adentro». Esta pieza magnífica permanecerá en depósito permanente por decisión de sus propietarios y además hay que destacar que la iglesia de San Juan de la Cruz, hace pocos meses incrementó su patrimonio artístico con una veintena de pinturas y esculturas de gran calidad, desde los siglos XV al XVIII. En la capilla de esta misma iglesia se pueden contemplar siete obras de variada temática que van también desde el siglo XIII hasta el siglo XVIII.

Estas piezas artísticas procedentes de la colección Linares, han sido depositadas en el templo carmelitano y están expuestas a la contemplación de turistas y peregrinos.

Las visitas a la exposición «De Claris Mulierubis» han superado ya las dos mil personas y siguen creciendo día a día, tanto con público anónimo como con especialistas del mundo del arte y la cultura, como es el caso del comisario de la muestra «The Mistery Man», Álvaro Cruz, que paso por la exposición junto a sus familiares y el rector de la Universidad mexicana de Guadalajara, Antonio Leaño.

La exposición está recibiendo una notable atención de los visitantes que pasan entre una y tres horas en las galerías que acogen las obras de arte, que permiten realizar un paseo histórico que va desde el siglo XIV al XXI, ver la evolución de las distintas técnicas artísticas.

Además, esta gran muestra ha contado, en su fase preparatoria, con los trabajos de restauración de una veintena de piezas para que luzcan en todo su esplendor.

Las «estrellas»: Teresa de Calcuta y Goya

Publicidad

Todas y cada una de las piezas de la muestra tienen su importancia, pero el público tiene sus favoritas indiscutibles. Así, llaman poderosamente la atención a los visitantes por ejemplo la terracota y el retrato de Santa Teresa de Calcuta. «La terracota es un foco de atención porque tiene el mismo tamaño real que tenía la Santa y refleja la postura en la que ella oraba. Impresiona mucho, al igual que el cuadro, que ha llegado desde Londres», señala el comisario de la muestra, el prior Miguel Ángel González.

Muy cerca de estas dos piezas están los retratos de Montserrat Caballé y la reina Fabiola de Bélgica, que también tienen notable repercusión entre el público en general. «Las reconocen como personas contemporáneas y les agrada verlas. También nos ha ocurrido con el retrato de la Madre Maravillas, porque hay gente que la ha conocido en vida y ha pasado por la muestra y nos lo ha dicho», relató González.

Publicidad

Para los grandes amantes del arte y los visitantes en general hay algunas piezas ante las que la parada es obligatoria y de varios minutos. Es el caso de las obras de Goya, Madrazo, Murillo y las esculturas de La Roldana.

También cuenta con un alto interés la parte de publicaciones como es el caso del incunable de Boccaccio que ha sido el eje sobre el que se ha desarrollado el contenido de la muestra. No se puede olvidar en la exposición la importancia de la figura de Santa Teresa de Jesús, que cuenta con una porcelana del XIX que la representa escribiendo y una galería de retratos de sus seguidoras a lo largo de los tiempos, como Edith Stein, que murió en el campo de exterminio nazi de Auschwitz y fue nombrada patrona de Europa el 10 de octubre de 1999 por san Juan Pablo II.

Publicidad

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad