Convivencia y buen yantar en la matanza de Santiz

Al ritmo de la charanga. Así ha celebrado el municipio de Santiz, que, a pesar del intenso frío de estos días, se volcó un año más con la tradicional matanza que se celebra cada año en el municipio. La música animó a todos los asistentes que fueron llegando y uniéndose a las tareas a lo largo de la mañana para ayudar y colaborar en cada uno de los pasos de esta liturgia tan típica de nuestro campo charro.

El frontón fue el escenario en el que arrancó bien temprano la matanza, donde el Ayuntamiento preparó una hoguera para calentar a los asistentes.

Las tareas propias de la matanza dieron comienzo con el chamuscado del marrano, así como con el despiece del animal para ir escogiendo la carne, una labor protagonizada por los mozos del municipio así como por el propio alcalde, Manuel Hernández, quien no dudó en ponerse manos a la obra como el que más. Para coger fuerzas, no faltó un almuerzo a base de patatas con sangre.

A mediodía, en torno a 13 asistentes degustaron unas patatas meneás acompañadas de unas costillas. Grupos de amigos, vecinos y familias al completo disfrutaron a lo largo de la jornada vespertina del día de convivencia en el municipio. Para finalizar el día, tampoco faltó la cita gastronómica, ya que se probaron las chichas de la matanza antes de concluir con una buena chocolatada.

El objetivo de esta matanza, que organiza por completo el Ayuntamiento de Santiz y en la que colaboran numerosas personas del municipio, es dedicar un día festivo a los habitantes de la localidad y sostener a la vez una de las tradiciones más arraigadas en nuestra tierra como es la matanza tradicional del marrano.

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