Vista general del convento de El Zarzoso, en el término municipal de El Cabaco D. SÁNCHEZ

El convento de El Zarzoso consigue la declaración como Bien de Interés Cultural

La Junta de Castilla y León ha aprobado el expediente para esta catalogación que se inició en el año 1995

D. Sánchez

El Cabaco

Viernes, 19 de abril 2024, 13:15

29 años después de iniciar el expediente para conseguir su declaración como Bien de Interés Cultural, el convento de monjas franciscanas de la Tercera Orden Regular de Porta Coeli, situado en el término municipal de El Cabaco, ha conseguido de manera oficial esta catalogación. Así lo ha hecho público la Junta de Castilla y León tras el acuerdo del Consejo de Gobierno, tras pasar los trámites pertinentes, considerando este convento como BIC, en la categoría de monumento.

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La Junta destaca «el conjunto de retablos que alberga la iglesia, entre los que destaca el retablo mayor, obra del siglo XVIII, el órgano, así como un conjunto de pinturas y tallas barrocas» de este convento, fundado por el mariscal don Gómez de Benavides, señor de la villa de Frómista y de Val de Matilla y su construcción se inicia en 1444. En su interior, nueve monjas mantienen viva la llama religiosa con la que fue concebido este espacio, que en los últimos años cada vez recibe más turistas.

UNA CUALIDADES ÚNICAS

El edificio del convento del Zarzoso, tiene forma de un rectángulo irregular con centro en el claustro, a partir del cual se disponen el resto de las dependencias. Un muro de unos cuatro metros de altura delimita la huerta del convento y se extiende hacia el norte en un profundo desnivel.

La iglesia y el convento son obra del siglo XV. La iglesia es un edificio gótico de una sola nave cubierta con sencillas bóvedas de terceletes, separado del presbiterio por un arco ojival de moldura ondulada. El presbiterio, realizado en piedra de Villamayor, presenta bóveda estrellada de ocho puntas y acoge en su frente un espléndido retablo, con hornacina central y dos laterales separadas por columnas, expositor, sagrario y mesa de altar, todo ello realizado en piedra policromada, y escudo franciscano flanqueado por dos ángeles, en el piso alto. A ambos lados se abren sendos arcosolios hispanoflamencos donde reposarían los restos de los fundadores, don Gómez de Benavides y doña María Manrique.

El acceso principal a la iglesia se realiza mediante arco de medio punto enmarcado en sillería de granito. En el ala sur se localiza la fachada y entrada principal del monasterio, a través de la cual se accede a un espacioso torno y al claustro que se encuentra muy modificado tras la restauración que se llevó a cabo en la década de los sesenta del siglo XX, cuando perdió parte de sus arcos y columnas. A su lado se sitúa la sacristía, que conserva en su parte alta dos celdas originales. En el ala este se sitúan los locutorios, el comedor antiguo y las nuevas celdas de la comunidad en el piso alto. Al norte se sitúan la cocina, despensas, comedores y la hospedería.

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Al suroeste del conjunto se alza totalmente independiente del cuerpo del convento y siguiendo la misma tipología constructiva, el edificio conocido como la Casa del Capellán, que presenta una construcción de dos plantas y conserva la planta baja en su estado original.

El conjunto alberga un conjunto de bienes muebles entre los que destacan la Virgen de Porta Coeli o el Cristo de la Luz, imágenes cuya leyenda va unida a la historia más remota del convento. Sobre el altar situado en el lado norte se encontraba el Tríptico del Nacimiento de Jesús, obra del llamado Maestro de Zarzoso del siglo XV, ubicado en la actualidad en el Museo del Prado.

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