Ciudad Rodrigo respira pasión taurina entre tablaos y agujas

Ciudad Rodrigo da el pistoletazo de salida al Carnaval del Toro 2025, y lo hace con una oleada de entusiasmo a la que cada año se suman miles de personas convirtiendo a la localidad en el centro de todas las miradas no solo en la provincia salmantina, sino en todo el territorio español y más allá de las fronteras, contagiando de un espíritu inefable a quienes se dejan absorber por el magnetismo de un Carnaval con el toro como protagonista, y con el más bello patrimonio monumental como escenario.

El poderío que desprende el Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo comienza por la impactante plaza de toros que se eleva a un nivel vertiginoso formando ángulos agudos imposibles, los célebres tablaos que el público ocupará durante los constantes festejos que están por venir, y desde los cuales se contempla un excelso cuadrángulo.

La construcción artesanal de los tablaos que visten la plaza de Carnaval en un tiempo récord ostentan el orgulloso título de Bien de Interés Cultural Inmaterial, y sus 47 barreras atesoran el paroxismo de los corredores de encierros, los caballistas y las figuras del toreo más aclamadas. La efervescencia del Carnaval del Toro da comienzo esta tarde con el masivo Campanazo, en el que miles de personas ocupan el albero y los tablaos, corean y vitorean hasta que el cielo de Ciudad Rodrigo se tiñe del característico naranja, el color «farinato» que envuelve el aura de cada mirobrigense.

Los pañuelos del campanazo pasean por las calles durante cinco días junto a los disfraces, y los toques de campana marcan el ritmo de los encierros y al mismo tiempo se acompasan con los corazones desbocados de los corredores que se enfrentan a corpulentos astados que roban todas las atentas miradas en el recorrido urbano y en la plaza.

Las capeas, diurnas tras los encierros, las capeas nocturnas y los desencierros, sin olvidar el encierro a caballo, el más deseado por los aficionados, mantienen la tensión en cada jornada, y las tardes quedan marcadas por los festivales taurinos que arrancan ovaciones y aplausos interminables. También los toros en solitario, como son el del Aguardiente y el del Antruejo, citan a los amantes de la fiesta que acuden con puntualidad para tener las mejores vistas del espectáculo que brinda Ciudad Rodrigo.

Las charangas, el baile de disfraces, el concurso de disfraz callejero y el de carrozas, componen la programación carnavalera para todas las edades. El ambiente de peñas y el compromiso de los mirobrigenses con la Fiesta Grande estimulan el desarrollo de un acontecimiento enérgico y amable con la oferta más generosa.

La tradición brilla en todo su esplendor a través del pregón mayor en el ilustre Teatro Nuevo «Fernando Arrabal», sin dejar de lado el «pregoncillo» que se dirige al público en la plaza, y de la corte de honor con la reina y las damas que lucen los vestidos charros más exquisitos.

El Carnaval del Toro, lejos de ver mermado su éxito o de anquilosarse, crece cada año en popularidad y se alimenta cada vez con más espectáculos, más toros y más reconocimiento, provocado un boom imparable en el que sus gentes y los seguidores fieles que acuden cada edición, emiten un destello que deslumbra y alcanza cada vez a más curiosos. Ciudad Rodrigo se convierte durante cinco jornadas en la capital indiscutible de la tauromaquia y brinda una experiencia arrolladora.

Explorar Ciudad Rodrigo en el Carnaval del Toro es toda una experiencia, y, aunque las distancias son cortas, ya que la fiesta fluye desde el corazón de la ciudad, en la Plaza Mayor, se expande por cada una de sus arterias dentro de la zona amurallada, que concentra todos los atractivos y reclamos del famoso Carnaval. Si deseas desplazarte en coche hasta esta colosal fiesta, debes saber que aparcar no será fácil, aunque tampoco imposible. Es recomendable dejar el coche lejos del casco histórico, y por supuesto, evitar las agujas, nombre que reciben las talanqueras rojas que marcan el recorrido desde Foxá y hasta los toriles de San Pelayo, además de la calle Madrid y la Plaza Mayor. Para comer existen numerosas opciones, aunque para acudir a un restaurante es recomendable reservar con antelación, dada la afluencia de gente. Pero no hay de qué preocuparse.

Zonas como la rotonda del Árbol Gordo y la plazuela del Buen Alcalde, además de la trasera de la Plaza Mayor junto a la calle La Colada, y esta propia calle, son algunos de los puntos en los que puedes beber y comer en cualquiera de los variados puestos. Para disfrutar del cartel taurino u otros eventos en la plaza, el tablao es de libre acceso salvo en el caso de los festivales taurinos de cada tarde, que son de pago.

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