Ciudad Rodrigo aprueba su presupuesto con la mirada puesta en el coste de la energía disparado

Por primera vez en muchos años, el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo aprobó este martes, antes del inicio del ejercicio, las cuentas municipales para el próximo año, un presupuesto general que se incrementa en cerca de un cinco por ciento respecto al último hasta alcanzar los 9,7 millones de euros.

“Unas cuentas que rompen la tendencia en cuanto al trámite de su aprobación antes del inicio del ejercicio y que al tiempo mantienen la línea de trabajo de la legislatura adaptándose a la situación de crisis energética que se vive en la actualidad”, destacó el alcalde, Marcos Iglesias, que señaló que “tiene dos partidas fundamentales: por un lado, el capítulo de personal, que se incrementa por la legislación del Gobierno central, y, por otro, el alto coste de le energía”.

En este sentido, Marcos Iglesias agradeció la ayuda de 330.000 euros recibida de la Diputación provincial de Salamanca “única administración que ha hecho algo por ayudar a los ayuntamientos en esta grave situación”, y puso de relieve que “el aumento del coste de personal también está derivado de que no se amortiza ninguna plaza, con nuevas convocatorias para cubrir las vacantes, ante la imposibilidad de realizar contrataciones temporales tras la reforma laboral del Gobierno”.

Las cuentas hacen frente a un aumento en la partida de gasto energético respecto a 2022 de un 10%, 391.000 euros más, y con las que se quiere hacer frente “a esta problemática destinando la mayor parte de los fondos de inversiones para la mejora de la eficiencia energética, con 230.000 euros para la instalación de placas solares que abaraten la factura de la luz”, afirmó Marcos Iglesias.

Un presupuesto que recoge algo más de un millón de euros para políticas sociales, tanto a través de ayudas, subvenciones y convenios como con beneficios fiscales para familias y empresas, “gestionando los intereses de todos los ciudadanos”.

Aun así, las cuentas fueron rechazadas por el PSOE, cuyo portavoz, Juan Tomás Muñoz, las calificó de “continuistas” de “casi nula capacidad inversora”, mientas que Joaquín Pellicer (de Cs, grupo que se abstuvo en la votación) señaló que “se olvidan una vez más del Plan Estratégico de Turismo o del Plan Especial del Conjunto Histórico”.

Finalmente, Alfredo de Miguel, de IU, calificó las cuentas de “presupuesto estancado, insulso, encorsetado y ahogado por el gasto de personal”.

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