Cantalpino, sin agua potable por la filtración de un herbicida

El Ayuntamiento de Cantalpino está trabajando en dar una solución lo más rápida posible al problema que se ha presentado en el agua corriente de la localidad por un nivel de la sustancia llamada metolacloro «ligeramente superior a lo que la legislación considera apta para el consumo humano», según se puede leer en un anuncio distribuido por el pueblo.

Esta situación no es nueva, ya que sucedió algo parecido «hace dos años y hace cinco o seis», según los cálculos del alcalde, Javier Bolao, quien explica que están tratando de dar una solución a este problema lo antes posible.

Al parecer, el metolacloro es un producto herbicida que se usa para tratar las patatas, pero sobre todo el maíz, y el problema surge desde que se creó el regadío en el término municipal de Arabayona de Mógica, en cuyas inmediaciones se encuentra el pozo municipal de Cantalpino. «El pozo debe coger agua de este canal, donde además están todos los pozos hasta arriba de agua». Pero por suerte hay otros puntos no muy lejanos que no captan el agua de esta zona regable. «A unos 300 metros a la izquierda hay unos pozos que no cogen el agua de la parte derecha y en la anterior ocasión ese agua no tenía metolacloro», detalla el regidor.

Una posible solución a largo plaza sería cambiar de pozo de captación de agua o bien utilizar unos «filtros de carbono activo», no obstante esta última alternativa de momento no la ven tan viable porque «tendrían que ser unos filtros enormes», detalla el alcalde.

Desde el momento en que se dieron a conocer los niveles, el Ayuntamiento comunicó a sus vecinos la presencia de esta sustancia química en el agua de consumo, además de poner a disposición de la población agua potable mediante cisternas en el almacén municipal.

Otro detalle que explica el alcalde es que el nivel de esta sustancia permitido en el agua por parte de la administración ha descendido, pasando de 0.03 a 0,01.

Mientras el nivel se normaliza de nuevo, los vecinos tratan de adaptarse al problema. «Ayer fui instintivamente a llenar la botella de agua al grifo, menos mal que me di cuenta y a continuación la tiré toda», contaba una vecina de Cantalpino . «A la hora de la verdad nos sale caro», confesaba otra, que decía no fiarse tampoco del agua que traen en cisternas y prefiere comprarla embotellada. Ambas recuerdan haber vivido antes esta misma situación.

«No nos parece bien la manera de avisar porque hay gente que no se había enterado», relataba otra cantalpinesa, aunque el aviso se ha realizado a través de anuncios en muchos lugares de la localidad y también de Internet.

Ese problema no lo tienen dos vecinos que manifiestan no tener miedo y aseguran que seguían consumiendo agua del grifo. «Mañana si os morís, ya sabemos de qué es», bromeaba un tercero.

Para evitar estos problemas, otros reconocían directamente consumir el agua embotellada. «Como siempre la llevamos bebiendo comprada nos da igual, porque a mi marido y a mi hija les sienta mal, aunque supongo que esto también pasará en otros pueblos», cuenta otra vecina. «Siempre habido un agua buenísima en Cantalpino y nos la están estropeando», lamenta otra vecina.

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