¿Vas al Carnaval del Toro? esto significan los toques de campana

El significado de las campanadas durante los días del Carnaval del Toro, que resuenan estentóreas en lo alto de la Casa Consistorial, sigue siendo, a pesar de los años, un misterio para muchos, incluso a menudo para los oriundos que no se pierden ni un solo encierro. Es por ello que el Ayuntamiento ha decidido difundir un vídeo explicativo que arroja luz sobre las dudas que surgen durante los festejos, y que pueden suponer un fatal accidente, aquellas del tipo: «¿Ya se ha terminado?».

Paola Martín, delegada de Asuntos Culturales del Carnaval, explica detalladamente los diferentes toques que anuncian cuándo se cierran las puertas de las agujas, por dónde discurre el encierro en todo momento, y, finalmente, con un rápido tañido, el momento en que los astados llegan al coso taurino.

El pesado badajo, de unos 50 kilos, entona diferentes canciones. La primera de ellas es el toque normal, que avisa de que en breves, a penas unos minutos, saldrán los toros al recorrido, o bien que ya se encuentran en él. La velocidad es aproximadamente de un toque de campana por segundo.

El denominado reloj suelto es otro de los toques, famoso también porque da nombre a uno de los galardones que se otorgan en el Carnaval. Este toque indica, ni más ni menos, que comienza el encierro, o bien que los astados llegan a la plaza , claro que, en el caso del desencierro, podría significar que salen de la plaza, por lo que estos toques ubican a los astados al comienzo del recorrido o bien al final de este. Los toques aumentan la velocidad en el caso del reloj suelto, a modo de aviso, seguidos, sin dar tiempo a que el eco de la famosa campana cese.

Todo mirobrigense y amante del Carnaval del Toro debe también familiarizarse con los dos toques, que anuncian que se he cerrado la puerta del Registro, por lo que los astados de localizan entre el Registro y la plaza y, por lo tanto, dentro del recinto amurallado, en el casco urbano más próximo a la plaza. El intervalo entre los dos toques es más amplio, para distinguirlos así del toque normal. A continuación el toque normal sigue su curso, recordando que hay astados en el encierro.

El nivel de dificultad sube, y las campanadas se vuelven complejas con los tres toques, que informan de que la puerta del Registro está cerrada, pero los astados, en este caso, no se encuentran en el tramo restante hasta la plaza, sino en el del Registro hasta los corrales. Después de estos tres toques, el repicar del toque normal conquista de nuevo el ritmo.

Los cuatro toques también existen, y significan, como en los casos anteriores, que hay una puerta cerrada: la transversal de Los Pinos, que indica que los animales se encuentran entre esta puerta y los corrales de San Pelayo. Los toques, nuevamente, no dan nunca lugar al silencio, y retoman la cadencia del toque normal. Por último, el campanazo final marca con poderío que las calles están ya despejadas.

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