Calzada de Valdunciel cumple con la tradición de San Antón

La festividad de San Antón no es solo el día de los animales, sino que también es el momento en que salen a la luz historias sorprendentes entre las mascotas y sus dueños. En el caso de la localidad de Calzada de Valdunciel, la plaza del Corrillo se ha llenado de vecinos de todas las edades para disfrutar de las actividades en torno a la festividad del patrón de los animales.

Una jornada cargada de actos que arrancó a primera hora de la mañana con el reparto de aguardiente y dulces como perronillas y mantecados entre los asistentes. A la cita se han apuntado mascotas desde las más habituales, como perros y gatos, hasta otros menos frecuentes como tortugas y pájaros. Para algunas de las mascotas ya era su décimo tercer año en esta festividad y para otras, como Blanco, el único gato que hubo, fue su primera participación.

El frío no ha desanimado a niños y mayores que, acompañados de sus mascotas, se han congregado junto a la iglesia ante la imagen de San Antón para recibir la tradicional bendición. Han sido los más pequeños los encargados de leer las oraciones antes de que el párroco, Carlos López, derramara el agua bendita sobre los animales.

“Llevó 18 años como párroco en Calzada de Valdunciel y con el paso de los años el tipo de mascotas ha ido cambiando”, contaba López. “Durante los primeros años llegué a bendecir caballos, vacas, e incluso, lagartos, ahora lo que más se ve son perros y gatos”, afirmaba.

Para los niños de Calzada de Valdunciel, la bendición supone un día festivo y entrañable. Sin duda, Campanita y Bebecita, dos tortugas de Florida de 5 años, fueron el principal reclamo de los niños. Pablo Andrés portaba con orgullo a sus dos pequeñas mascotas a las que tiene mucho cariño: “Son parte de mi familia”, reconocía. Las galgas Dama y Nela tampoco fallaron a la cita junto a su dueño David Ávila, mientras que María Isabel Cifuentes llevó a sus dos perritas, Era y Pipa.

“La previsión del tiempo ha hecho que haya menos afluencia de animales que otros años -comentaba el regidor de la localidad, Román Hernández- pero es fundamental mantener la tradición”. Una vez cumplimentada la bendición llegó el momento de compartir un convite, que incluyó una degustación de chocolate con churros.

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