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Calzada disfrutó de la jornada de matanza tradicional

Se realizaron las labores clásicas de la fiesta, desde el chamuscado hasta el despiece y su correspondiente explicación ante el público

EÑE

Calzada de Valdunciel

Sábado, 3 de febrero 2024, 19:43

La niebla matinal acompañó a los matanceros y al público de la localidad armuñesa de Calzada de Valdunciel a lo largo de las primeras horas de la celebración de la fiesta de la matanza tradicional, incluida en la programación de la Diputación de Salamanca, que se desarrolló en la parcela junto al pabellón.

Así, a primera hora se completaron tanto el chamuscado como las primeras labores para sacar las entrañas del animal de la mano de los maestros matanceros.

Público de todas las edades, incluidos muchos niños, estuvo pendiente del manejo del cuchillo para el despiece, paso a paso, del cochino en estos momentos y también de las explicaciones que se iban dando de cada paso que se llevaba a cabo para cumplir con las tradicionales labores de la matanza.

Además, para combatir el fresco de la mañana de forma paralela se desarrollaron los primeros convites de la jornadas. Dulces tradicionales, como las perronillas y los hojaldres fueron los acompañantes de los chupitos y el vino dulce que se repartieron en estas primeras horas de la celebración.

Una vez que comenzó el despiece del cerdo las labores se fueron acelerando y así llegó el picado de las carnes para la elaboración de distintos platos que se fueron elaborando a lo largo de la mañana para deleite de los asistentes. Así, rondando las doce del mediodía llegó el turno de probar el hígado encebollado con su receta más tradicional y recién preparado a la lumbre.

La mañana festiva también tuvo acompañamiento musical con gaita y tamboril a cargo del tamborilero local Ángel Pedraz, que puso la banda sonora a las labores de la matanza mientras avanzaban paso a paso, sin prisa, pero sin pausa.

Ciento ochenta kilos de carne

El cochino que se despiezó en la localidad de Calzada de Valdunciel ofreció a los vecinos un total de ciento ochenta kilos de carne. La celebración también incluyó, como en anteriores ediciones, la subasta de las piezas más nobles y codiciadas del animal, una cita en la que las pujas cada año permiten pasar a un rato animado tanto a pujadores como público en general.

Patatas meneás y chichas a la hora de comer

La mañana festiva se prolongó con una comida tradicional en la que el contundente menú estuvo compuesto por patatas meneás de primer plato, seguidas de chichas para completar la propuesta culinaria, El postre y los chupitos cerraron la hora de la comida de hermandad para los vecinos. Pasadas las cuatro y media de la tarde llegó el momento de la rifa y los sorteos de los productos de la matanza. Toda la celebración vespertina también contó con la animación de la música tradicional de la gaita y el tamboril.

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