Un bombero salmantino jubilado: «El peor momento de mi carrera fue cuando mi compañero Paco falleció»

Organizó hace más de dos décadas junto con otros compañeros las jornadas profesionales de bomberos que tanta fama y renombre han dado a la ciudad de Béjar como foro para compartir formación y experiencias con el objetivo de mejorar y actualizar esa profesión tan complicada y dura en algunos momentos.

¿Cómo surgió la organización de las jornadas profesionales de bomberos?

—Cuando me hice cargo del parque de bomberos apenas teníamos formación. Hablamos con bomberos de Huelva y nos invitaron a participar en un evento. Bajamos siete efectivos de Béjar y, después, les devolvimos la invitación a Béjar. Desde entonces empezamos con 28 bomberos de Salamanca, Béjar y Huelva y las jornadas han ido a más hasta tener hace dos años 300 personas.

¿Pensaba que aquella idea podría derivar en esa respuesta?

—No. Nadie lo creíamos. Fue una idea que surgió por falta de formación y, a partir de ellas, el parque de bomberos de Béjar empezó a renacer e ir a mejor. Es un parque pequeño pero muy completo y está funcionando muy bien. Para mí las jornadas profesionales son un orgullo y una satisfacción brutal. Además, las jornadas seguirán porque tienen una respuesta muy buena.

Se jubiló en el año 2022, ¿cómo se pasa de los niveles de estrés más alto a la tranquilidad de la jubilación?

—Estar jubilado no es tener tranquilidad. No entiendo cómo antes podía llevar el parque de bomberos y hacer lo que hago. Es cierto que mi profesión me llevaba muchas horas pero mis cosas, también. Ahora estoy más tranquilo en cuestiones de estrés y problemas externos a mi familia. Ahora me dedico a mi familia y mis amigos. Además, sigo participan en la ONG Bomberos Unidos sin Fronteras y realizaré otro viaje solidario en el segundo semestre del año.

¿Cuál fue el mejor momento de su trayectoria?

—Realizar las jornadas porque ha sido un momento impresionante para Béjar y el parque de bomberos. De hecho, no es posible desconectar de esa profesión sobre todo cuando se celebran las jornadas. Ahora he dejado de estar pendiente del parque de bomberos, del que estuve atento 24 horas todos los días del año.

¿Cuál fue el momento más duro de su carrera profesional?

—Fue cuando falleció mi compañero Paco en un incendio en Colmenar de Montemayor del Río y estaba yo con él. Fue horroroso al igual que fallecimientos de hijos de amigos o acudir a recoger a un amigo que ha sufrido un accidente.

¿Dejan huella esos momentos tan duros?

—Sí. Vives momentos en que estás intranquilo y te vienen imágenes de lo que has vivido. Aun así, para mí ser bombero es la mejor profesión y si volviera a nacer, sería de nuevo bombero. Es más lo positivo que lo negativo con ejemplos como ayudar a la gente y vivir la pandemia cuando los vecinos estaban encerrados en sus casas.

¿Cómo se afronta una crisis como la pandemia del coronavirus?

—Nadie estaba preparado para vivir esa crisis sanitaria pero nos guiamos en el día a día. Fuimos tomando decisiones para ir mejorando en unos meses muy duros pero queda la satisfacción de que la gente lo haya reconocido.

• Temas
• Incendios
• Salamanca (Provincia)
• Nava de Béjar
• Fuentes de Béjar
• Bomberos
• Incendios forestales