![Benita Muñoz: 102 años de afición de la lectura](https://s3.ppllstatics.com/lagacetadesalamanca/www/multimedia/2025/02/10/IMG-20250127-WA0158-RBFMQyOdFS1hLkJjIZ6jj7O-1200x840@Gaceta%20Salamanca.jpg)
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El Cerro
Lunes, 10 de febrero 2025, 18:46
La localidad de El Cerro sigue sumando longevidad entre sus vecinos y prueba de ello es Benita Muñoz Marín, que ha alcanzado los 102 años de vida.
Nacida en la localidad en 1923 e hija de Marcelino y Teófila, vive ahora en la residencia San Ramón de la localidad, que es donde celebró su cumpleaños.
Lleva viuda desde hace 17 años (su marido Antonio falleció con 85) y ha vivido siempre en el pueblo, aunque en los últimos tiempos estuvo con sus hijos en Barcelona: «Lo más bonito de mi vida son mis tres hijos (Antonio, Benita y Ana), que viven en Barcelona. Estuve con ellos en Barcelona 11 años y me tenían como una reina pero yo, la verdad, me quería venir al pueblo y pasar aquí mi última etapa para estar en mi entorno. Aquí tengo a mis hermanos, sobrinos, a mi nieta Ana y mis dos bisnietos, que son otra razón para estar. Aquí conozco a todo el mundo y en la residencia somos una familia; nos dan muchos caprichos y realizamos muchas actividades». Mis tres hijos me llaman a diario, tanto a la residencia como a mi móvil, porque es cierto que yo utilizo más mi móvil para hablar ya que tiene más sonido en el altavoz y les escucho mejor».
A lo largo de toda su vida han sido muchos los trabajos que ha tenido y lo recuerda con precisión: «tuve varios trabajos ya que antes, para sobrevivir, había que saber hacer de todo». «Cuando era joven salí a trabajar a Béjar y a Mogarraz pero solo estuve dos años. No te creas que a mi me gustaba mucho eso, luego ya me vine a El Cerro y aquí trabaje muchísimo y toqué casi todos los campos, como: comerciante, vendedora de leche y queso, estanquera, corredora de corretajes y alcabala (cobraba impuestos para el ayuntamiento), agricultora, ganadera, carnicera...», explica.
Su marido también se dedicó al café y al aceite, cuenta entre risas: «nos buscábamos la vida; en mi casa nunca faltó de nada, sólo faltaba el dinero», señala para pasar a recordar los peores montos de su vida: la guerra y el covid. «Me tocó vivir la Guerra Civil y la posguerra. Pasé mucho miedo a los bombardeos y los ataques. En la etapa del covid también pasé miedo aunque nunca llegué a contagiarme, fue la única vez en la vida que me quitaron la libertad de salir a la calle, la libertad es lo mejor que podemos poseer las personas, fue una etapa muy dura y a la vez muy triste, una etapa de las que todos deberíamos aprender a ser más humano ya que hoy día todo es muy distinto a antes, hace años las personas con menos cosas materiales éramos mucho más felices que ahora, ahora vivimos en una sociedad de consumismo y apenas se tiene tiempo para dialogar, estar en familia, todo se convierte en trabajo y más trabajo que en los tiempos que yo era moza también las mujeres trabajábamos y nos dejábamos la piel pero hacíamos tiempo para estar en familia, se disfrutaba más de todo de otra manera».
Ella sigue disfrutando ya que recibe las visitas de su familia y le encanta la lectura. Lee los libros con gran rapidez y le encanta también hacer puzzles, pintar, ver programas como el Pasapalabra y otros culturales y, también entre risas, señala que bailar le gusta mucho: «hacemos talleres de pintura, manualidades, cantamos, hacemos gimnasia, paseamos y, por supuesto, veo el Pasapalabra, que me entretiene y me gusta mucho», señala la propia Benita. «Tenemos mucha distracción, mis hijos vienen mucho a visitarme a la residencia al igual que mis cuatro nietos (Vanesa, Ana, Cristina y Hugo). También tengo dos biznietos (Eric y Dani) son todos muy cariñosos conmigo y siempre están pendientes de mí, son lo más grande que tengo», explica la centenaria, que cuenta también con la cercanía de otros familiares, como hermanos o sobrinos.
El Cerro es un pueblo con fama de longevo y han sido ya numerosos los hijos de la localidad que han superado los 100 años de vida. Benita es una de ellos y convive en la residencia San Ramón de El Cerro con otro centenario más mayor que ella: Ángel Sánchez Muñoz, que este 2025 cumplirá 106 años. La directora del centro, Sofía Hernández, explica que «Benita se ha adaptado muy bien con su grupo de iguales y con las auxiliares de enfermería» y recuerda la sorpresa que recibió Benita el día de su cumpleaños ya que no esperaba que sus hijos vinieses a celebrar con ella ese día tan importante.
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