Béjar
Viernes, 16 de febrero 2024, 11:47
Fue en 2012 cuando saltaron las alarmas por el mal estado de la muralla medieval de Béjar y el Ayuntamiento decidió intervenir para frenar su deterioro y, de paso, darle un uso para el turismo.
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La rotura de una almena hace doce años debido a la acumulación de maleza dio paso a un plan de conservación después de más de tres décadas abandonada y sin mejora alguna y con el problema de que algunos propietarios de fincas colindantes habían ampliado su superficie hasta incorporar parte de la muralla.
Poco a poco y en distintas fases, el Consistorio consiguió habilitar un paseo sobre el lienzo del recinto amurallado, que data de los siglos XII y XIII. Se ubica en el barrio de La Antigua, que debe su nombre por ser la parte con más historia de la ciudad ubicada sobre un cerro. Conserva gran parte de los paños originales que, con el paso del tiempo, se han ido cubriendo de maleza poniendo en riesgo parte de su histórica estructura.
Gracias a aquella intervención, bejaranos y visitantes pueden disfrutar de un paseo por la parte superior de la muralla de poco más de un kilómetro desde la calle Ronda de Viriato hasta el parque de La Antigua. Ofrece visitas a la parte sur de Béjar, con el Camino Natural o Vía Verde como eje vertebrador, el imponente viaducto de la Autovía de la Plata y, en la parte norte, las fábricas textiles en el cauce del río Cuerpo de Hombre. Además, se reforzó también la iluminación para embellecer aún más ese monumento de la ciudad de Béjar.
Cuenta con cuatro accesos peatonales que se ubican dos en la calle Ronda de Viriato, otro junto a la Puerta del Pico y otro más en el parque de La Antigua. Desde la calle Ronda de Viriato, el peatón puede recorrer la muralla de forma paralela a la carretera de Aldeacipreste y ver los lugares de mayor altura. El recorrido avanza hacia la parte oeste para ver la puerta de San Pedro, que atraviesa por encima para seguir hasta la conocida Puerta del Pico y, a través de unas escaleras, se accede al último tramo abierto al público, que recorre el parque de La Antigua para divisar uno de los ejemplos fabriles más impresionantes de la ciudad, es decir, la fábrica de García y Cascón y su histórica vinculación al agua del río.
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Se trata de una ruta lineal con dificultad baja apta para familias y pequeños así como personas mayores, en un tramo que se recorre en poco más de media hora aunque las impresionantes vistas a la Sierra de Béjar, a la ciudad y a las fábricas a orillas del río Cuerpo de Hombre pueden dilatar aún más la ruta para disfrutar del casco histórico de Béjar.
La muralla de Béjar se puede visitar de forma gratuita a través del recorrido con acceso libre aunque el Ayuntamiento trabaja desde hace años en habilitar también un recorrido extramuros para ofrecer otra visión distinta del lienzo, que conectará con la ya existente en la ladera Umbría.
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