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Béjar
Miércoles, 27 de marzo 2024, 13:27
El Ayuntamiento de Béjar ha acogido esta mañana la presentación de nuevo ciclo mixto de formación y empleo para diez personas desempleadas con el objetivo de aumentar la oferta de profesionales de la hostelería y fijar población.
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El alcalde, Luis Francisco Martín, ha recibido a los diez alumnos participantes acompañados por los docentes que impartirán el ciclo y la técnico de Subvenciones, Mari Angeles Cembellín. Los desempleados serán dados de alta en la Seguridad Social y recibirán el salario mínimo profesional gracias a los fondos públicos aportados por la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento, con una inversión conjunta que llega a los 369.000 euros.
El regidor ha destacado la importancia de dar empleo a diez personas en situación de paro laboral y, además, ayudarles en la formación para obtener un personal preparado y cualificado «para esa labor de atender al ciudadano con la elegancia del camarero tradicional».
Por su parte, el coordinador del proyecto, Bernardo Álvarez, ha enfatizado la dificultad que supone «justificar la inversión que se ha realizado y que el gasto se ha sido bien ejecutado», papel que realiza la técnico de Subvenciones, Mari Angeles Cembellín. Además, ha explicado que algunos municipios se quedan fuera de esas subvenciones y que los que sí acceden tienen que cumplir con la puntuación de 100 puntos con la que sale la convocatoria porque, de lo contrario, cabe la posibilidad de que el solicitante quede fuera de la convocatoria.
El proyecto ha incorporado a Soraya Gallego como docente que «es una profesional a la que se le puede sacar mucho partido por haber estado en puestos de trabajo de relevancia», ha referido Bernardo Álvarez para, después, animar a los alumnos a estudiar mucho y a basarse en «la coherencia en la educación y el comportamiento en la empatía». Por otro lado, también ha mostrado su deseo de que los participantes encuentren trabajo o se decanten por el autoempleo y ha recordado que Asprodes apoya este tipo de ciclos de inserción laboral.
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Por su parte, Soraya Gallego ha asegurado ser consciente, como técnico de restauración, «de las necesidades que tiene ahora mismo nuestro sector» por el hecho de que «no hay Recursos Humanos para hacer frente a todo el trabajo que viene y más en la temporada». Además, ha reconocido que se trata de una profesión «sacrificada» debido a que tiene horarios y turnos complicados pero es «un trabajo muy bonito» y ha animado a los alumnos a apostar por la elegancia de aquellos camareros tradicionales.
Las clases comenzaron a principios de este mes en el centro de formación ubicado en la Bajada de San Albín y, de cara a los últimos meses del ciclo, algunas de las prácticas se realizarán en La Covatilla y el centro ocio así como otras instalaciones hosteleras que son propiedad del Consitorio, a mayores de los eventos en los que participen los alumnos. También apuestan los docentes por «crear algunos lazos con asociaciones como Asprodes, con personas con discapacidad, para llegar a acceder al mundo de hostelería».
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