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Alberguería de Argañán
Jueves, 22 de febrero 2024, 17:32
La ansiedad de los pueblos por mantener servicios es cada vez más palpable a través de las prolíferas ofertas de bares de gestión municipal, que buscan, por precios simbólicos, alguien que pueda llevar las riendas de los negocios, en el caso de Alberguería de Argañán ... , del único bar de la localidad.
El Consistorio busca a un emprendedor que se anime a mantener abierto el establecimiento y hacer de ello su modo de vida, por tan solo diez euros al mes, una oferta que en otra época habría resultado inconcebible. «El Ayuntamiento se encarga de pagar la luz, y el adjudicatario tan solo tendría que pagar la luz», señala el alcalde, Manuel Martín. El anterior gestor avisaba a principios de este año de que dejaría su puesto por motivos de salud, y hace un mes el bar quedó finalmente desierto, a la espera de una nueva gestión.
«Es muy importante contar con un espacio así, es un punto de reunión, el alma de un pueblo», recuerda el primer edil, un lema en boca de todos los alcaldes que han apostado en los últimos años por ofrecer oportunidades similares, a menudo con posibilidad de vivienda incluida.
Por el momento el regidor de la villa asegura que hay dos chicas interesadas en el bar, ambas de la zona, —una de Puebla de Azaba y otra que reside en Alberguería— al igual que lo era el anterior encargado, aunque aún no hay propuesta formales. La adjudicación se hará atendiendo a aspectos como la experiencia previa en el sector de hostelería, y estar empadronado en el municipio también sumará puntos.
«El precio es totalmente simbólico, ponemos eso porque hay que poner algo», cuenta, y llama la atención sobre las características del negocio, un establecimiento totalmente equipado y listo para empezar a trabajar, con cámara de bebidas, cafetera y también zonas exteriores de terraza cubierta y otra a cielo abierto.
Los requisitos deseables, aquellos que no se plasman sobre el papel, son «que no se vayan después del verano», señala, y es que más allá de garantizar las fiestas y la etapa estival, el deseo es poder contar con este espacio durante todo el año. «Si hay un bar abierto la gente se queda más tiempo, las temporadas vacacionales se alargan», explica Manuel Martín.
El contrato es de un año prorrogable, y el acuerdo está sujeto a una fianza, una formalidad para garantizar el compromiso de los adjudicatarios y los bienes del inmueble, que en su día fue parte de las escuelas de Alberguería de Argañán. Una vez el Ayuntamiento escoja a la persona ideal y se formalice el contrato, habrá un plazo de diez días naturales para que el bar reabra sus puertas a la clientela de Alberguería y vuelva así a cumplir la función social tan demandada en la España Vaciada.
Municipios como Villar de la Yegua y Sepulcro Hilario adjudicaron recientemente sus bares con vivienda, en ambos casos por cincuenta euros. Villar de la Yegua encontró a su salvadora en una trabajadora del sector hostelero en Ciudad Rodrigo, y Sepulcro Hilario otorgó las llaves de su bar, después de una breve pero intensa búsqueda, a nada menos que un valenciano que dejó Torrent para probar suerte en la provincia salmantina.
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