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Como viene siendo habitual, desde tiempos inmemorables, en Villoruela se volvió a realizar la subasta de banzos para meter al Santo Cristo de la Esperanza y la Virgen del Carmen. El Cristo se subastó en celemines y la Virgen en euros.
Este año esta parte de la fiesta se convirtió en una de las más generosas de los últimos tiempos, al recaudarse, nada menos que, 8.464 euros con el Cristo y 300 euros con la Virgen del Carmen. Las cuatro personas que tuvieron el honor de meter al Cristo en la iglesia parroquial, ofrecieron 1.150 celemines, que traducido a kilos serían 5.290. Esta subasta es una forma de recaudar donativos que se conserva de tiempos remotos y se produce antes de devolver las imágenes al templo, después de haber realizado la procesión.
Precisamente la misa y procesión conforman una parte del programa de fiestas que nunca puede faltar.
A las 12:30 comenzó la celebración eucarística a cargo del párroco Luis Martín, ayudado por su compañero, el dominico Quintín García.
El templo estaba lleno de fieles. Con su participación en la eucaristía siguen cumpliendo con el voto o promesa, cuyo cumplimiento se producía en mayo de 1799. “Hace 226 años que ya cumplimos con ese voto y ahora el 16 de julio, en 1885”, recordó el sacerdote durante la celebración eucarística.
La ceremonia religiosa contó con el acompañamiento musical a cargo del coro de Villoruela, que desde el coro entonó las bellas composiciones musicales ensayadas especialmente para esta ceremonia. Durante la eucaristía y después en la procesión también bailaron una charra y un charro al ritmo de un tamborilero.
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