El Ayuntamiento de Villaflores ha ganado el juicio celebrado en Peñaranda de Bracamonte acerca del bar municipal. El inquilino además tendrá que pagar las costas, no obstante la sentencia no es firme porque es primera instancia y hay un plazo de 20 días para presentar recurso. La sentencia dice que el arrendatario tendrá que dejar el bar libre.
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Cabe recordar que la subasta se realizó el 12 de agosto y la persona que se quedó con la adjudicación nunca llegó a firmar el contrato de arrendamiento.
El Ayuntamiento realizó una notificación para que dejase el bar el 22 de septiembre. «Como no ha presentado toda la documentación se entiende que retira su oferta», explicaba el alcalde Ángel Montoiro.
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A finales de septiembre se celebró un pleno al que acudió la persona que se quedó con la adjudicación incluso el alcalde permitió que hablara con el fin de llegar a un acuerdo que finalmente no se produjo. Como consecuencia del proceso judicial el bar municipal lleva cerrado desde entonces.
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