Así ha cambiado la localidad salmantina que remonta su existencia al Neolítico

Hablar hoy en día de Hinojosa de Duero, localidad de El Abadengo ubicada en la comarca de Vitigudino, es referirse a una de tantas localidades salmantinas que a duras penas han logrado capear los males y las vicisitudes que inundan la España vaciada y hacer de su tradición y de sus recursos sociales y económicos un baluarte de supervivencia y de progreso. Con una población cada vez más envejecida y en continuo descenso —arrancaba el siglo XX con más de 2.000 habitantes y a día de hoy apenas supera los 600—, la localidad, que remonta su existencia al Neolítico, ha logrado aferrarse a la explotación ganadera (ovino y bovino, especialmente) para mantenerse viva, con una especial apuesta por el queso y sus derivados y, en los últimos años, también por el turismo.

En este sentido, el entorno natural que ofrece el parque de Las Arribes del Duero y el patrimonio histórico artístico de la propia localidad, han hecho de Hinojosa un lugar cada vez más deseado por los amantes de la aventura. Entre sus fortalezas patrimoniales destaca la flamante ermita románica del Cristo de la Misericordia, un templo restaurado recientemente (en 2012) a través del Plan Románico Atlántico, un proyecto de cooperación transfronteriza dirigido a la conservación del patrimonio cultural de templos románicos de las provincias de Salamanca y Zamora (para fortalecer la zona de La Raya), así como de las regiones portuguesas de Porto, Vila-Real y Bragança. En el caso concreto de Hinojosa, la actuación permitió restaurar el inmueble, reformar el entorno y renovar la iluminación interior y exterior del templo. La inversión superó los 158.600 euros.