Imagen de la carretera en el entorno del Ventorro de Pelayo, una de las zonas más deterioradas. tel TEL

Arrancan por fin las obras de la dañada carretera que une Béjar con Ciudad Rodrigo

La adjudicación de la actuación supera los 1,3 millones de euros para un tramo de 10 kilómetros

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Lunes, 9 de octubre 2023, 06:30

La Junta de Castilla y León ha emprendido los primeros trabajos de la esperada mejora de la carretera de Béjar a Ciudad Rodrigo (SA-220) en el tramo inicial de la ciudad textil, que abarca una distancia de unos 10 kilómetros, de modo que llegará ... hasta el cruce de la localidad de Valdefuentes de Sangusín.

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Va a hacer ahora un año que los responsables del área de Fomento de la Delegación Territorial de la Junta dieran a conocer este proyecto como uno de los más importantes, tanto por envergadura de la obra como por la inversión realizada ya que el precio de adjudicación ha superado el millón trescientos mil euros. El propio informe de justificación de la Junta recogía la necesidad de esta intervención por el envejecimiento de esta carretera: «se encuentra envejecida y presenta deterioros como roderas en los bordes, reparaciones localizadas de blandones, fisuras o grietas y pérdida de textura superficial siendo oportuno proceder a la renovación superficial del firme para que aumente su durabilidad y proporcione una adecuada funcionalidad y comodidad del usuario».

Los primeros trabajos han comenzado con la urbanización del entorno de la vía en el tramo urbano de Béjar, que permitirá mejorar la circulación y el estacionamiento. Es de esperar que la obra siga evolucionando desde la ciudad textil hacia el exterior hasta alcanzar el cruce con la DSA-247. El plazo de ejecución es de 15 meses ya que se trata de una zona que en los primeros dos kilómetros tiene una complicada orografía (grandes desniveles hasta llegar a la altura del Ventorro de Pelayo y bloques de piedra en la parte superior). Esa primera zona de salida desde Béjar es, además, la más deteriorada ya que cuenta con algunos tramos en los que la aparición de grietas e incluso hundimientos son más que evidentes.

El estado del firme no es el único problema al que han tenido que hacer frente los responsables de Fomento en los últimos años ya que el riesgo de desprendimiento y corrimiento de piedras en el tramo inicial ha sido constante y así lo atestigua la señalización que advierte a los conductores sobre este riesgo. Además, la Junta ha tenido que colocar mallas en algunos tramos para evitar que esos corrimientos pudieran afectar a la calzada y, por tanto, a los conductores.

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