Aprender a ser escritor a los ochenta en Peñaranda

«He contado mi vida desde que vine a vivir a este pueblo», cuenta Francisca Chaves Jiménez , alumna del nuevo taller de escritura creativa que están disfrutando 17 personas en la biblioteca municipal de Peñaranda de Bracamonte. Es la primera vez que esta vecina de la ciudad escribe gracias a esta formación. «Me gusta escribir para desahogarme, pero en mi casa», confiesa otra de las alumnas. Todos estos testimonios son el fruto de tan sólo cuatro sesiones prácticas impartidas por la monitora María Eugenia Martínez. Aún quedan unas semanas para que estos alumnos de diferentes edades sigan aprendiendo a dar vida a historias imaginarias o reales, o simplemente a plasmar en el papel sus propias vidas o detalles de una forma original.

«Gracias a este taller he escrito una descripción y he podido hacer unos giros y poner un final», confiesa Lorenza Rodríguez. Un alumno aficionado a la pesca dice que ahora tira de esos conocimientos para hacer relatos y que gracias a su participación en estas aulas comete menos errores. «Ha escrito una redacción muy bonita sobre la pesca y un pez», asegura una compañera. Porque estas aulas también tienen como objetivo el intercambio y el compartir los logros y resultados.

«Les van acompañando y ellos plasman la historia un poco a través de la escritura y emociones», explica la monitora. «Uno de los objetivos es que adquieran más herramientas para escribir mejor, para armar historias», añade. «Hoy vamos a ver lo que es tiempo y espacio y después tenemos distintas dinámicas y ejercicios para que ellos aviven la imaginación», explica María Eugenia Martínez.