Aniversario de la beata salmantina que aspira a Santa

«La beata Sor Eusebia Palomino será canonizada por la Iglesia no tardando mucho tiempo». Con estas palabras tan esperanzadoras para Cantalpino y para las salesianas, Hijas de María Auxiliadora, comenzó su intervención el obispo de Ciudad Rodrigo y Salamanca, José Luis Retana. «Sor Eusebia en su sencillez nos muestra que todos los bautizados estamos llamados a la santidad si como ella entregan la vida al Señor y se dejan guiar por él, 'los santos de la puerta del al lado' como dice el Papa Francisco», dijo el prelado.

«Vivo como una ocasión única esta peregrinación y este encuentro con vosotros y considero que esta es una tierra santa en la que ha nacido Sor Eusebia», declaró la Madre General Chiara Cazzuola. La Vicaria General, también procedente de Italia, María del Rosario García, se encargó de traducir las palabras de la Madre General.

También intervinieron: Sor Auxiliadora Hernández, salesiana directora de la comunidad de Salamanca y la vicaria provincial, Mercedes Rodríguez.

Las salesianas fueron recibidas por numerosas personas de Cantalpino, entre las cuales se encontraban las mujeres de la Asociación de Mujeres 'Sor Eusebia Palomino', que entonaron la canción que siempre dedican a la beata cantalpinesa.

El alcalde de Cantalpino, Manu Antonio Hierro, ejerció de anfitrión, recordando que Sor Eusebia es hija predilecta de la localidad. « Me gustaría agradecer esta visita y todo lo que se está haciendo desde la congregación para dar a conocer el ejemplo de nuestra vecina más insigne», exclamó.

«Este rincón de la tierra charra es hoy conocido en los cinco continentes y que hubiera pasado desapercibido de no ser por una persona muy grande, cuya grandeza consistió en ser muy pequeña», manifestó Sor Auxiliadora Hernández. Recordó que un ejemplo es «su casa es mucho más pobre que la actual». «Una vez más se hace realidad que el Señor levanta al pobre para invitarlo a su mesa», añadió.

Las salesianas continuaron su peregrinaje con actividades en Salamanca, donde esperaban salesianas de León, Burgos, Béjar, Salamanca y otros lugares.