Alegría matancera en Santibáñez de Béjar

Los vecinos de Santibáñez de Béjar celebraron este sábado una nueva edición de su matanza tradicional, y van quince con esta.

Una matanza que congregó a centenares de personas a lo largo de toda la mañana pese al viento y el frío que obligó a modificar algunos de los planes previstos. El primero, que el cerdo tuvo que salir ya chamuscado del matadero porque el viento impedía que se hiciera al aire libre en la Plaza Mayor, como es habitual. Sí se preparó en la Plaza la comida bajo una lona que habían colocado el día anterior para hacer frente a la posible lluvia.

Hacía más frío que lluvia, pero sí llegó algo de precipitación a la hora de comenzar a repartir la comida: patatas revolconas con torreznos y chichas. La tarde anterior, los voluntarios habían pelado y picado 350 kilos de patatas, que ayer se guisaron junto a 85 kilos de chichas rojas y 120 de panceta. Un completo menú que no se acabó pero del que se repartieron varios centenares de raciones acompañadas de pan y sangría o refresco. Los comensales recogían su plato y se lo llevaban para casa porque el tiempo no acompañaba. El salón municipal estaba abierto y con el cañón de aire puesto ya que después iba a tener lugar también una actuación.

No quedaba ahí la cosa del mal tiempo ya que, una vez repartida toda la comida, los encargados de prepararla, repartirla y demás colaboradores disfrutaron también de las viandas que habían preparado para recoger después los enseres matanceros y dar por terminada la fiesta pero el tiempo les guardaba una nueva sorpresa y la nieve llegaba sobre las cuatro de la tarde para cubrir la Plaza. Una estampa invernal que llegó justo cuando la matanza comenzaba a despedir su décimo quinta edición. El mal tiempo no impidió, por tanto, las ganas de fiesta y la alegría.

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