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La Alberca despide a su vecino Antón con motivo de su santo

La tradicional rifa del marrano volvió a llenar de gente las calles y la ganadora, Montaña Labrador, compró el viernes la papeleta ganadora

D. Sánchez

La Alberca

Sábado, 18 de enero 2025, 15:58

Después de cerca de seis meses, los vecinos de la villa de La Alberca se despidieron este sábado a su vecino más peculiar: Antón, el marrano de más de 150 kilos que ha convivido con el resto de los habitantes del municipio y cuya rifa congregó a cientos de personas en la Plaza Mayor de este pueblo de la Sierra de Francia.

“Este el primer día del ciclo de fiestas de invierno, una fiesta que mantiene el espíritu de la tradición como nos gusta en La Alberca”, señalaba el alcalde Miguel Ángel Luengo. Un día de emociones y de cierta tristeza, “todos han visto al cerdo por nuestras calles, como un vecino más, le hemos tratado con mucho cariño y con un halo de resignación le decimos adiós, pero sabemos que todo tiene un inicio y un final”, apuntaba el regidor municipal.

Una fiesta con un marcado carácter solidario, que viene de mediados del siglo XVI, cuando los judíos convertidos al cristianismo demostraban así su fe ante la inquisición, que, con el paso del tiempo, derivó en un acto de cuidar unos vecinos a otros, cuando ese animal era donado a las familias que más lo necesitaban. Ahora, esa seña se mantiene con la donación de lo recaudado a una asociación, en este caso a Alcer Salamanca, que lucha contra las enfermedades de riñón.

A pesar del frío de la mañana sabatina, no fueron pocos los turistas que llegaron de diferentes puntos de la geografía española para conocer de cerca esta rifa, que con el paso del tiempo ha ganado en importancia fuera de la provincia charra. No faltó tampoco la procesión del santo de los animales, San Antón, que recorrió los alrededores de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y, tras la misa, el párroco Alfredo Fernández procedió a la bendición de los animales presentes en el Solano Bajo: perros de diferentes razas como yorkshire o border collie, compartieron su momento litúrgico con “Braulio”, el burro propiedad de Pedro Maíllo, que una vez más hizo acto de presencia y fue sin duda el animal que más protagonismo tuvo, siempre exceptuando al bueno de Antón, cuya aparición se hizo de rogar hasta pocos minutos antes de la rifa.

Desde el balcón de la Casa Consistorial, los padrinos de este cerdo, la empresa local Embutidos Fermín, dedicaron unas palabras a los vecinos y visitantes que colmaban cada rincón del ágora. Paqui recordó que sus padres desempeñaron esta labor en 2008 “y es un orgullo tomar el relevo de esta tradición tan nuestra, tan albercana”. Por su parte, Juan Carlos Sánchez, en nombre de Alcer, quiso agradecer el gesto de la donación de lo recaudado a esta asociación: “Un agradecimiento de todos los que se pueden beneficiar de los servicios que ofrecemos y esta cita tiene una mezcla de historia y solidaridad que la hace única”.

El momento culmen tuvo doble protagonismo femenino. Primero con Celia, la niña encargada de sacar la papeleta ganadora que correspondió al número 1898, y en segundo lugar a la poseedora de este número, Montaña Labrador Moreno, de Cádiz, que visitaba esta fiesta por primera vez y se quedó con Antón.

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