14 fotos
14 fotos
Alba de Tormes
Domingo, 23 de febrero 2025, 17:29
Han tenido que pasar más de 40.360 días, es decir más de 110 años y medio, para que los vecinos de Alba de Tormes hayan podido contemplar de nuevo este domingo con sus propios ojos la urna de plata vacía del siglo XVIII, que custodia el cuerpo de Santa Teresa de Jesús dentro del sepulcro situado en el camarín alto de la Basílica de la Anunciación de las Madres Carmelitas. Un acontecimiento histórico que ha sido posible gracias al desarrollo del estudio científico del sepulcro, cuerpo y reliquias mayores de la santa andariega, que comenzó el pasado mes de agosto, para el correcto mantenimiento y conservación de todo ello durante las próximas décadas.
En este sentido, tanto vecinos de Alba como centenares de fieles y devotos, llegados desde otros puntos de España e incluso de Portugal, no han dudado en acudir en masa para participar en los actos religiosos programados y tener la oportunidad de ver la urna de plata y el sepulcro que contiene los restos mortales de Santa Teresa vacíos. «Me ha sorprendido, no me lo imagina así y he sentido gran emoción», ha asegurado Julián Sánchez, vecino de la capital y primero en pasar por el camarín alto de la Basílica de la Anunciación al terminar la eucaristía que se celebró a la una de la tarde, antes de abrir al público la estancia para poder contemplar la urna funeraria que se podrá ver hasta el 2 de marzo.
«Es preciosa, solo de pensar que en la urna se guarda el cuerpo de Santa Teresa me emociona. Tengo muchas ganas de ver sus restos», ha comentado Ernestina Martín, residente en Alba desde hace 50 años. «Es un acontecimiento que nunca imaginé poder vivirlo», ha apuntado Teresa de Sales, también habitante de la villa, y que añadió que es «algo que contaban los bisabuelos pero no te lo puedes imaginar hasta que no lo ves».
Por su parte, Sofía, Sara y Carmen han coincidido en que: «Ha sido algo muy emocionante y esperamos ver los restos». Desde Salamanca, han llegado María Luisa Moro y Fernando Martín. «Nos hemos acercado solo para ver la urna y el sepulcro vacío. Nos ha parecido muy pequeño. Es una oportunidad única y queríamos aprovecharla», han comentado.
«Poder contar con una mujer como Santa Teresa, que ha cambiado la historia de la fe y la mujer, es un orgullo. Me esperaba una urna más pequeña», ha expresado Carolina Enau, vecina de Santa Marta. «Esto ocurre cada 150 años y hemos tenido mucha suerte», han indicado un grupo de religiosos llegados desde Portugal.
El 23 de agosto de 1914 fue la última vez que los albenses pudieron ver la urna de plata, aunque aquella vez los fieles también veneraron el cuerpo. Todo ello, debido a que la apertura se realizó por la presión de los vecinos al querer comprobar que los restos de Santa Teresa seguían en Alba de tras el estudio que se había realizado ese mismo año.
Un relato que desgana el carmelita Manuel Diego en su trabajo 'La última apertura del sepulcro de Santa Teresa y los acontecimientos sucedidos en Alba de Tormes (Agosto, 1914)'.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.