Alarma entre los vecinos de Palaciosrubios ante el deterioro de su torre: «Un día se nos caerá encima»

«Un día se nos caerá la torre encima», declaraba una vecina de Palaciosrubios que vive en una calle frente a la torre de la iglesia. Todos los días al salir a la calle lo primero que se encuentra es una preocupación, cuando «debería de ser un orgullo», declara. Tiene el enorme privilegio de vivir frente a la imponente torre de la iglesia de Palaciosrubios. «Hoy es un riesgo», dice. «Cualquier día se nos cae encima», añade.

En esta localidad del noreste de la provincia se mezclan varios sentimientos a la hora de hablar de la torre de la iglesia. Por un lado ya parece que se han acostumbrado a ver como cada día peligra este bien del patrimonio local, por otro lado algunos se han resignado. «¿Y quién lo va a pagar?», preguntaba la responsable de uno de los bares. «Tenemos todas las esperanzas puestas en la Junta de Castilla y León, como no lo haga la administración regional, no lo veremos arreglado», manifestaba un cliente con cara de disgusto.

Para los beleguinos se trata de un motivo de bastante desasosiego, ya que temen que se pueda perder una de las joyas más valiosas del patrimonio local. «Por suerte el boliche de la balaustrada cayó sobre el caballete del tejado del templo, porque si cae en la calle podría haber causado una tragedia», recordaba otro vecino.

«Es una situación catastrófica», declara José Carlos García González, vecino y empresario local, además de persona comprometida con su pueblo y colaborador en la parroquia. «Ya no solo es que se caiga un ladrillo, según está se puede caer la cúpula entera», asevera este beleguino.

«Si dejamos perder la torre de la iglesia de Palaciosrubios sería una gran pérdida para toda la provincia, en Salamanca no hay muchas como la nuestra», añade Jose Carlos.

A principios de abril saltó la alarma de nuevo porque se desprendieron unos trozos de ladrillo que fueron a parar a las inmediaciones de uno de los bares de la localidad situado en la calle de la Iglesia. En aquel momento varias personas mostraron temor porque si hubiera pasado alguien en ese momento no se sabe que hubiera podido pasar.

El propietario del establecimiento cercano los recogió y guardó en una caja como testigo de lo sucedido. A continuación, se encargaron de dar a conocer el suceso al párroco y a responsables del Ayuntamiento por temor a que pueda suceder «una desgracia».

El monumento más vistoso de Palaciosrubios y uno de los más llamativos de la zona noreste de la provincia de Salamanca, por su altura, es la causa de la inquietud que estos días y desde hace ya meses invade la tranquilidad que normalmente reina en esta localidad.

La torre del siglo XVIII de la iglesia parroquial de San Andrés es la causa de este desasosiego. Su mal estado es evidente.

El tiempo hace mella en las construcciones y la huella que deja a su paso es más profunda si a ello ayudan los fenómenos meteorológicos o la falta de mantenimiento. La gran altura de esta construcción, que ronda los 50 metros favorece esa falta de cuidado porque acceder a ella es muy costoso y una de las principales trabas a la hora de intervenir. Además hay que añadir que hace años la torre sufrió la caída de un rayo que la dejó una profunda grieta, hoy agudizada por el mal estado de conservación.

Desde la Diócesis de Salamanca, entidad propietaria de este inmueble, están preocupados y son conscientes de esta realidad.

«Estamos redactando un proyecto para intervenir», informa Fernando Delgado, arquitecto técnico de la Diócesis de Salamanca. «No va todo lo rápido que quisiéramos pero está en marcha», añade.

Este templo no está incluido en el convenio firmado entre Diputación de Salamanca y Diócesis de Salamanca, de hecho, aún no han valorado su inclusión en el mismo.

«Hace un tiempo hablamos con la alcaldesa y le solicitamos colaboración con la financiación de la obra, bien directamente desde el Ayuntamiento, o la posibilidad de que consigan ellos a través de alguna subvención», explica el arquitecto.

«Es una obra costosa, sobre todo los medios auxiliares, porque hay que abarcar toda la torre, en la Diócesis tenemos unos recursos disponibles que no llegan a todo», justifica. «Sobre todo con Palaciosrubios sabemos que tenemos que actuar y vamos más lentos de lo que quisiéramos», matiza.

El primer paso práctico que tendrían que llevar a cabo sería la instalación del andamio. Después «revisar ladrillos, las balaustradas que tienen y tratar de consolidarlo todo para evitar que se sigan produciendo desprendimientos», explica Fernando Delgado, quien se muestra seguro a la hora de decir que «no se puede caer, es muy difícil que se pueda caer, porque si tuviéremos el mínimo indicio de que se pudiera caer no tardaríamos tanto en intervenir», explica.

En relación con el riesgo de derrumbe de la torre los vecinos de Palaciosrubios no se mantienen muy seguros, sobre todo tras poder ver las fotos captadas por un vecino de la localidad con un dron a través de las que se puede ver en detalle el mal estado.

La alcaldesa , Susana Sánchez, no es ajena a estas imágenes y las conoce a la perfección, por eso no duda en asegurar que «hay que tomar ya cartas en el asunto de alguna manera».

En esta localidad esperan que más pronto que tarde llegue la buena noticia del arreglo de la alta torre de su querida iglesia parroquial de San Andrés y quede atrás todo este temor e inquietud.

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