Alarma vecinal por posible envenenamiento tras la muerte de gatos callejeros: «No podían caminar y estaban tirados en el suelo»

Los vecinos de la localidad de El Arco han denunciado un posible envenenamiento de gatos callejeros, tras morir dos de ellos durante el pasado fin de semana en condiciones sospechas. «No podían caminar y estaban tirados en el suelo. Lo que más me alarmó fue escuchar a un gato chillar y retorcerse de dolor», asegura Rosa María Martín, vecina de la localidad. Además, «me acerqué, lo recogí y, lamentablemente, murió en mis manos», añade.

Una situación que el propio Consistorio ha puesto en manos del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y que ya está investigando. «Desde el Ayuntamiento estamos comprometidos por la salud y el cuidado desde el punto de vista legal de los animales. No ha habido nunca un problema y curiosamente ocurre esto cuando hay menos población», afirma el alcalde, Manuel Castaño.

«Al observar el grave estado en el que se encontraban los gatos, contacté con mi veterinaria de confianza para solicitar orientación. Tras describirle los síntomas que presentaban los animales, me indicó que dichos síntomas eran compatibles con un posible envenenamiento. No obstante, para confirmarlo sería necesario realizar pruebas específicas», explica Rosa María Martín. En este contexto, los primeros indicios «según me han comentado los agentes del Seprona apuntan a una posible ingesta de topillos envenenados», indica Manuel Castaño.

Aunque parece una situación puntual, el Consistorio de la localidad ha decidido emitir un bando municipal informando de que «depositar veneno en las calles, fachadas u otros lugares del municipio ocasiona un grave peligro, especialmente para los niños». Por ello, dada la peligrosidad que supone tener algún producto de este tipo, desde el Consistorio añaden que: «En caso de tener constancia de tales actuaciones, de modo inmediato, se dará parte a la Guardia Civil».

Asimismo, Castaño puntualiza que: «El cuidado y la salud de los animales es muy importante y el Consistorio apuesta por ello».

En Castellanos de Moriscos, la asociación «Castegatos» denunció el pasado mes de mayo ante la Guardia Civil que alguien estaba disparando con una escopeta de balines a los felinos. El último en morir fue 'Pompón', un gato de tres años, que recogieron con lesiones y al pasar por las radiografías del veterinario para saber qué le ocurrió descubrieron que tenía balines dentro, además de lesiones por un fuerte golpe. El caso de 'Pompón' se sumó a los de 'Lola', que apareció en verano de 2023 con balines en el cuerpo, y 'Eva', que sufrió algo similar a principios de 2024.

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