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Imagen del talud que amenaza a los edificios ubicados en los números 9 y 11 de la calle Arco del Monte en la subida a El Castañar en Béjar. TEL
Los afectados por el talud desplomado sobre un edificio en Béjar claman por una solución definitiva catorce años después

Los afectados por el talud desplomado sobre un edificio en Béjar claman por una solución definitiva catorce años después

Varios afectados trasladaron en el pleno la necesidad de que se tomen medidas inmediatas para acabar con el miedo

TEL

Béjar

Martes, 25 de febrero 2025, 17:57

Los vecinos afectados por la existencia de un talud en la parte posterior de sendos edificios ubicados en la calle Arco del Monte de Béjar claman por una solución definitiva para consolidar ese terraplén.

Una representación de los afectados trasladó el pasado lunes al Ayuntamiento mediante su presencia en el pleno la necesidad de que tome medidas inmediatas para acabar con el miedo con el que viven los propietarios y arrendatarios a que se repita el desplome sobre el edificio como ya sucedió en el año 2011. La situación de ese talud empeoró en febrero de 2021 con un desprendimiento parcial en el lateral derecho, que permanece vallado y sin actuación realizada.

Una de las propietarias de una vivienda en el edificio número 11 de esa calle, Silvia Bizarro, afirmó delante de la Corporación municipal que viven aislados ya que no pueden ventilar por la presencia de garrapatas y otros insectos y, también, ratas. «El Ayuntamiento exige la limpieza de los solares con maleza como medida preventiva antiincendios y ese terraplén está a menos de treinta centímetros de nuestras casas», aseguró para añadir también que existe un socavón por debajo de la línea de una carretera con riesgo de desplome sobre el edificio.

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Los vecinos exigieron la reparación y colocación de un mallazo en el tramo pendiente; la limpieza y la revisión de la red ya colocada y un documento firmado en el que el Ayuntamiento garantice y se comprometa al cumplimiento de las revisiones periódicas recomendadas por empresas especializadas. «Os necesitamos a todos, poneos todos a manos a la obra antes de ponernos los lazos negros» afirmó Silvia Bizarro para pedir que se realice un estudio con un geólogo para determinar el estado del talud antes de que se produzca una desgracia.

Esa situación también afecta al edificio ubicado en el número 9, con 21 años de antigüedad, en el que el terraplén es mitad propiedad privada y mitad pública porque se ubica bajo la citada carretera. Sus propietarios también apoyan a los vecinos del edificio contiguo por entender que se trata de una problemática que puede afectar a ambos inmuebles.

El debate subió de tono cuando los concejales del equipo de Gobierno recordaron que la oposición votó en contra de invertir una partida presupuestaria para ese talud. El alcalde, Luis Francisco Martín, avanzó que esa medida precisa una modificación presupuestaria para realizar esos trabajos y estudios en aras de encontrar una solución para ese terraplén.

Por su parte, el PSOE hizo público un comunicado en el que solicitaba, con el apoyo de las dos concejalas no adscritas y Tú Aportas, un pleno extraordinario para debatir y aprobar la modificación presupuestaria para la consolidación del talud de la calle Arcos del Monte.

MIEDO A QUE LA TIERRA ENTRE EN EL EDIFICIO COMO SUCEDIÓ EL 23 DE FEBRERO DE 2011

Fue un 22 de febrero de 2011 cuando vecinos del edificio número 11 de la calle Arco del Monte se acercaron al Ayuntamiento de Béjar para mostrar su preocupación por el movimiento de tierras en un terraplén ubicado en la parte trasera del inmueble. Unas horas después, debido a las corrientes de agua, el talud se desplomó sin causar muertos y los residentes fueron desalojados en busca una solución.

A principios de mayo de 2011, la empresa pública Tragsa inició las obras de asentamiento del talud y una cuadrilla de trabajadores comenzó a retirar la gran barriga de tierra desplomada sobre el edificio. A finales de ese mes, los vecinos regresaron a sus viviendas una vez fijado el talud, que sufrió nuevos desprendimientos posteriores. Uno de los últimos tuvo lugar a principios de febrero de 2021 con el desplome de tierras y esta parte sigue sin protección cuatro años después aunque sí con vallas en la vía pública. Las fuertes lluvias suelen estar detrás de los desprendimientos como también sucedió a principios de abril de 2024. El Ayuntamiento se comprometió a tomar unas medidas que, de momento, no han llegado.

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