'Adaptación o despoblación', las medidas de un pueblo salmantino para repoblarse

La sociedad cambia, las preocupaciones de los ayuntamientos también, y con ellas, surgen nuevas concejalías. Hace décadas asuntos como la igualdad carecían de la suficiente importancia como para necesitar una Concejalía bajo ese nombre. Ahora Lumbrales pone el foco en otro asunto que no pasa desapercibido para la España Vaciada: la acuciante despoblación.

Entre otras concejalías, el edil Javier González está al frente de la delegación de Despoblación, como señala, «para poner el foco en este problema». La realidad resulta apabullante: «Lumbrales ha perdido en los últimos 20 años más de 500 habitantes», indica, y sentencia: «Es un dato alarmante». Aunque se trata de una población con servicios y buenas conexiones, existe a menudo un problema de oferta de viviendas en alquiler. «A veces resulta difícil incluso para los maestros, personas que vienen temporalmente a trabajar aquí», recalca.

Actualmente Lumbrales tiene 1.550 habitantes censados. Entre los objetivos de la delegación está, de hecho, gestionar esta falta de oferta, tendiendo una mano amiga a quienes dispongan de viviendas en desuso para su puesta en alquiler. Además, el programa Rehabitare, al que ya se han sumado muchos municipios, servirá para poner en alquiler social una vivienda a lo largo de este año.

«Hay tres o cuatro personas que quieren venir, y mi idea es intentar formar un grupo de trabajo con más personas, y explorar qué posibilidades puede haber para solucionar este tema de la vivienda, dar seguridad a los propietarios, que a veces es el problema, o el no saber cómo proceder con los trámites», y es que, recuerda, la mayoría de los propietarios son personas mayores que necesitan asesoramiento y un guía para dar salida a sus casas.

Por otro lado, el Ayuntamiento ha puesto en marcha acciones como presentar la candidatura de Lumbrales a proyectos privados desde los cuales impulsar la localidad y dar visibilidad a los recursos, el entorno y las oportunidades que ofrece la villa. «Tratamos de contactar con nuevos pobladores, personas con proyectos de emprendimientos, para hacerles ver por qué Lumbrales es un buen lugar en el que establecerse». De hecho, un joven británico ha estado dos días in situ en el municipio, ya que ha seleccionado Lumbrales como uno de los pueblos en los que asentarse. «Le han llamado la atención los abundantes recursos naturales», cuenta, y asegura que se ha ido con muy buena impresión, también a nivel social.

Los casos de personas interesadas en residir en pueblos no se limitan a los emprendedores de este programa. El edil relata el caso de la una pareja extremeña que desea reabrir un restaurante en el pueblo, y que no consigue encontrar vivienda. Es ahí donde la Concejalía de Despoblación puede suponer un puente entre propietarios y moradores. Por otro lado, el colectivo latinoamericano es, destaca, «considerable», y también ellos encuentran problemas a la hora de dar con una vivienda.

En la balanza de comprar o alquilar, la inclinación por alquilar es pronunciada, ya que, además de ser una opción accesible, el miedo a comprar el entorno rural es palpable: «No es lo mismo que comprar en una gran ciudad, por ejemplo Madrid. La gente sabe que si el día de mañana se marcha, esa vivienda la puede alquilar o vender fácilmente. En un pueblo no». De ahí la importancia de escudriñar a fondo en la fórmula mágica que anime a los propietarios a colgar el cartel de «se alquila».

Por el contrario, «en Lumbrales hay alrededor de 150 casas con el cartel de se vende, y llevan años colgados», revela. Además, a este dato hay que añadir la gran cantidad de viviendas que, aunque no anuncian el deseo de vender, están deshabitadas. La repoblación parece hoy en día una utopía, pero quién sabe si, con esfuerzo, la Concejalía podría lograr mudar su actual nombre al de «Población».

La antigua casa de los militares se habilitará con el programa de la Junta de Castilla y León, Rehabitare, y podrá estar lista a lo largo de este año como vivienda social, con una capacidad para una familia de unas cuatro personas.

A raíz de ganar visibilidad con programas y plataformas dedicadas a la repoblación, unas cuarenta personas y familias han contactado con el Ayuntamiento de Lumbrales, incluyendo el caso de unos pensionistas, lo que recuerda que hay quienes ni siquiera buscan, además de un hogar, un empleo.

Una de las curiosidades acerca de los interesados en habitar las zonas rurales es que muchos proceden de la Comunidad Valenciana. Por otro lado, la mayoría proceden de ciudades, pero también de pueblos que han crecido hasta perder ese ambiente de «tranquilidad» tan codiciado.

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