La Diputación de Salamanca subvencionará con hasta 35.000 euros a los ayuntamientos de la provincia que no tengan ningún bar y que quieran volver a contar con un establecimiento hostelero. También, «y si el crédito lo permite», ayudará a los pueblos que dispongan de un local en activo a mejorar sus condiciones.
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Así lo ha anunciado el presidente de la institución provincial, Javier Iglesias, que ha destacado el «alma» de este tipo de políticas. «Los alcaldes siempre nos han dicho que el cierre del bar es el principio del fin y por eso desde la Diputación de Salamanca vamos a ayudarles en esa lucha», ha afirmado. Para ello, La Salina sacará a principios de abril la convocatoria para que los consistorios soliciten esta ayuda dirigida a paliar una de las consecuencias de la despoblación.
«Este tipo de ayudas están directamente relacionadas con mejorar la calidad de vida de las personas que viven en la Salamanca rural porque se trata del mejor antídoto contra la soledad no deseada«, ha explicado Iglesias, que estima que entre 50 y 80 municipios de la provincia no cuentan con bar. fddf
En concreto, los consistorios recibirán una subvención máxima de 35.000 euros (la Diputación ha aumentado la cuantía en 5.000 euros) o hasta el 90% del total del presupuesto que presente para el acondicionamiento de un local municipal que pueda tener este fin. «Esto significa que si un ayuntamiento pide 30.000 euros recibirá 27.000 y que para recibir la ayuda máxima de 35.000 euros el gasto de la obra deberá de superior a los 38.000 euros», ha explicado. Los ayuntamientos tendrán que cofinanciar el 10% restante, aunque para ello también disponen de ayudas de la Diputación provincial.
Del total de la subvención, hasta 5.000 euros se podrán dedicar a la adquisición de mobiliario o maquinaria para prestar el servicio.
«Tanto el equipo técnico como el político está muy ilusionado con estas ayudas«, ha reconocido el presidente, «porque sin un bar el pueblo se que queda sin vida».
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Entre los requisitos para que los ayuntamientos soliciten esta ayuda, que también pueden solicitar las entidades locales menores siempre que cuenten con un local municipal, está abrir el bar al menos dos días a la semana y por un periodo de actividad mínimo de tres años. «Además de la rentabilidad económica, nosotros lo que buscamos es la rentabilidad social», ha afirmado.
Las ayudas contarán con un presupuesto inicial de 300.000 euros, que podrían doblarse hasta los 600.000 en función de la demanda de los municipios. «Lo que queremos es que ningún pueblo que quiera abrir el bar se quede sin esta subvención», ha insistido Iglesias.
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