¿Qué colegios de la provincia tienen su sede en un edificio histórico?

Una decena de edificios históricos de la provincia de Salamanca optan en la actualidad a la aprobación de más recursos como bienes patrimoniales que han dejado de ejercer el fin para el que fueron construidos y desempeñan ahora una función como sede de centros formativos.La Junta de Castilla y León está preparando una nueva figura para proteger esos edificios históricos reconvertidos en centros educativos a través de la Consejería de Educación. Cada delegación territorial trabaja en la elaboración de un listado con aquellos edificios singulares que tienen especial protección urbanística por ser Bien de Interés Cultural o un bien patrimonial.Estos son algunos de los edificios históricos de la provincia:INSTITUTO RAMÓN OLLEROS DE BÉJAR Datado en el siglo XVI, fue la residencia de los Duques de Béjar en la ciudad. Desde el año 1964, acoge el instituto Ramón Olleros Gregorio. En Béjar, también el centro integrado Formación Profesional dispone un amplio archivo con expedientes desde 1852. COLEGIO DE LINARES DE RIOFRÍOEl antiguo seminario de Linares de Riofrío acoge en la actualidad el centro de enseñanza obligatoria "Alto Alagón" en un centro comarcal que recibe alumnos de varios municipios. Su actividad como seminario cesó a mediados del siglo XX.SEMINARIO DIOCESANO DE CIUDAD RODRIGOEl edificio del Seminario Diocesano de Ciudad Rodrigo fue construido para tal fin entre los años 1764 a 1769 según el proyecto de Juan de Sagarbinaga. Se encuentra también en un edificio histórico el colegio "San Francisco", construido a finales del XIX.MISIONERAS-TERESIANAS EN MIRÓBRIGASituado en el casco amurallado de Ciudad Rodrigo el histórico edificio acoge desde 1906 el colegio Misioneras-Teresianas, aunque originalmente fue levantado en el siglo XVI para ser convento y capilla de San Agustín hasta la desamortización del siglo XIX.ANTIGUO INSTITUTO LABORAL DE PEÑARANDAEl antiguo Instituto Laboral, posteriormente de Formación Profesional y hoy adscrito al IES de Peñaranda se edificó por parte del Gobierno franquista dentro de la reconstrucción de la localidad a raíz de la explosión del Polvorín del año 1939.

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