1.500 raciones de la paella más esperada de Moriscos

Al aire libre y en el parque, como se llevaba haciendo durante varias décadas hasta que llegó el paréntesis de la pandemia. Con todos los elementos tradicionales de la fiesta gastronómica por excelencia del municipio, la degustación de la paella, la localidad de Moriscos recuperaba uno de sus símbolos festivos y lo hacía a lo grande, con mil quinientas raciones que los asistentes pudieron degustar en el entorno del parque en el que se instalaron decenas de mesas para acoger a familias, peñas y grupos de amigos.

Esta cita estuvo amenizada por el grupo de dulzaineros Adobe que puso la banda sonora de la celebración que arrancó a las tres de la tarde con el reparto del arroz entre los asistentes.

El resto de las actividades se desarrollaron al caer el sol y aprovechando que las temperaturas eran un poco más suaves y, así, a partir de las ocho, arrancó el encierro con carretones para los más pequeños de la casa, un espectáculo que hizo las delicias también de los mayores que pudieron seguir con atención los cortes, quiebros y carreras de los niños delante de los carretones,

La noche de fiesta más larga del fin de semana contó con la actuación de la orquesta Escaparate que fue la encargada de animar la sesión de baile hasta la madrugada permitiendo prolongar la diversión a los que se animaron a disfrutar de su música.

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