El 9 de febrero de 1923 nacía la Unión Deportiva Española en el Café Novelty y bajo la presidencia del alcalde de Salamanca, Federico Anaya. Y apenas tres meses después jugaba su primer partido oficial en un Calvario todavía en fase de construcción frente al Salgueiros de Oporto.
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En la Segunda República, el club pasó a denominarse Club Deportivo Salamanca y finalmente Unión Deportiva Salamanca. Durante sus primeros cuarenta años de vida, el equipo ascendía a Segunda División con la misma facilidad que descendía a Tercera. No obstante, consiguió dos copas de España de Aficionados en aquella época.
Pero el club quería crecer. Y eso se consiguió con la presidencia del portugués Augusto Pimenta, bajo cuyo mandato se adquirieron unos terrenos en el Prado Panaderos y se construyó el Helmántico.
La UDS jugó su último partido en el Calvario el 29 de marzo de 1970 y el 8 de abril de ese año inauguró el estadio en el que viviría sus mayores gestas deportivas.
José Luis García Traid cogió al equipo en Tercera y lo llevó a la máxima categoría del fútbol español en 1974. Tras unos años gloriosos y un descenso a Segunda, Manolo Vilanova consiguió un nuevo ascenso. Pero los años ochenta no fueron buenos y el club estuvo a punto de desaparecer.
El empresario Juan José Hidalgo lideró su conversión en Sociedad Anonima Deportiva en 1992 y ahí comenzó otra etapa para el recuerdo con el ascenso a Primera de la mano de Juanma Lillo y otro posterior con Andoni Goikoetxea.
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El club se vino arriba. Los fichajes no dieron los resultados deseados y y no había dinero suficiente para cumplir los compromisos económicos contraídos. La deuda fue creciendo y ni las permutas de terrenos del Helmántico ni la procesión de presidentes consiguieron salvarlo de la desaparición, que llegó el 18 de junio de 2013. La Plaza Mayor se llenó de lágrimas de los aficionados que veían cómo un histórico del fútbol español se esfumaba para siempre.
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