Borrar

ESTAMOS hartos de oír que vivimos en un mundo globalizado, que todo está conectado, que, si una mariposa aletea en Australia, puede generar un terremoto ... en Sudamérica. Lo oímos, e incluso lo decimos con mucha frecuencia, pero no nos lo acabamos de creer. Porque al final necesitamos ver, tocar, oler, restar distancia entre lo que pasa y nosotros para que de verdad nos afecte y nos haga pensar.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Sigues a Fernando Población. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca Ya están aquí