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ESTAMOS cansados, hartos, hastiados. Pendientes del mañana con pocas ilusiones y dejando caer lacrimosos suspiros, con la convicción pseudo real de que cualquier tiempo pasado ... fue mejor. Nos miramos cada mañana en el espejo para ver las cicatrices que llevamos en el alma, y nos damos cuenta resignados de que la sonrisa no se asoma a nuestra cara por falta de costumbre. Las sonrisas tenían sentido cuando eran compartidas.

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lagacetadesalamanca ¿Y si mañana amanece?