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Y nos echamos a la calle...

Martes, 11 de mayo 2021, 05:00

Era lo esperado y sucedió. Cual si se tratara de leones, salimos todos a la calle, tras meses enjaulados, a pasear con libertad y devorar ... la noche. Solo que los leones no se empapan en alcohol cuando andan sueltos y los humanos, sí. Y más allá de los temores de coronavirus, las advertencias de una nueva ola que desbarate el espejismo o el miedo terrible a que las UCIS se colapsen de nuevo, los muertos se multipliquen y la pesadilla vuelva a comenzar, los humanos decidimos que nos merecíamos celebrar que estábamos juntos, tras tanto aislamiento obligatorio. Una estupidez, sí. Pero comprensible. En los tiempos anteriores a la pandemia, los botellones eran consustanciales a las noches de los sábados en toda la geografía española. Y no solo los de los más jóvenes. En un rango de edad bastante amplio, salir a divertirse significa en el mundo entero salir a emborracharse. Cosa que no había sucedido o al menos no en ese escaparate que es la multitud, desde hacía meses, que nos parecían años. Lo que ocurrió, poco tiene que ver con Madrid, Barcelona o Tombuctú. Tampoco con la libertad pregonada por Ayuso a la que algunos políticos de la izquierda quieren aferrarse como si fuera su tabla de salvación y dejara el pecado en la Puerta del Sol. No. Todo está relacionado con la irresponsabilidad política que nos ha traído hasta aquí, como siempre priorizando los intereses de los que ostentan el poder en vez sobre el bienestar aquellos sobre los que lo ejercen.

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