Voto de confianza

Argumenta que debemos darle un voto de confianza, ya que, por el momento, aparte de subirse el sueldo, apenas si han tomado ninguna otra medida y por lo tanto es de prejuiciosos y mal pensados tratarles con desconfianza antes de tiempo. Y es verdad, algunos de nosotros nos estamos precipitando con mala uva porque la realidad es que aunque no nos guste lo mal que huele un gobierno que por primera vez en nuestro país da entrada a la extrema derecha en puestos tan importantes como la Presidencia de unas Cortes, la vicepresidencia del propio ejecutivo y varias consejerías del mismo, lo cierto es que aún no les ha dado tiempo a cumplir lo prometido.

Es decir, se trata de algo tan sencillo como ir comprendiendo de que por mucho que Vox venga prometiendo ya no solo en su campaña electoral sino desde su constitución como formación política en materias como cohesión europea, violencia de género, inmigración, memoria histórica, LGTBI, estado autonómico y otros asuntos eso no lo van a cumplir sino que es algo puramente simbólico, un simple farol y por lo tanto podemos dormir tranquilos y confiar en que nada de eso cambiará en absoluto.

Además como garantía de que en ningún caso cumplirán lo que vienen prometiendo, es que junto a ellos gobernará el PP, todo un ejemplo de que lo prometido en campaña electoral no tiene por qué cumplirse ya que ellos desde hace 35 años vienen prometiendo que van a acabar con la despoblación, cuidar con mimo nuestra sanidad pública, llevar internet hasta las zonas más recónditas de nuestros pueblos, desterrar cualquier conato de corrupción que pueda detectarse y cientos de cosas más que nos vienen prometiendo desde la primera vez que accedieron al poder y hasta la fecha que sepamos: ¿han cumplido?.

Reconozcámoslo, desde ese punto de vista, el razonamiento de Mañueco, más que impecable, es de una descomunal y aplastante lógica. ¿No les parece? De modo que un poco de tranquilidad.