Una deriva peligrosa

Es cierto que González, Aznar o Rajoy lo hicieron con matices distintos, pero la ceguera a la hora de ver el riesgo de apostar sus gobiernos por los nacionalistas es compartida por los tres y a buen seguro hoy no cometerían el mismo error.

En el caso del PSOE, su deriva pro nacionalista comenzó en 2003, cuando se aprobó la declaración de Santillana del Mar, donde se analizaba qué era la España plural. Diez años después vino la declaración de Granada, llamada “La España de todos”, y en 2014 le tocó el turno a Zaragoza, ciudad que acogió otro manifiesto cuyo objetivo era explicar cómo se transforma la España autonómica en una España federal.

El profesor Sosa Wagner nos lo ha recordado así en El Mundo: “Cuando se leen estos textos, se advierte que hay en ellos mucho procedimiento, idas hacia una comisión y venidas de una subcomisión, pero poca sustancia de fondo. Todo hace pensar que los redactores, enfrentados a un océano de aguas turbias y revueltas, no llegaron a identificar la tierra deseada, siempre lejana, brumosa y esquiva.”

“Todo quedó barrido por la actitud de la nueva dirección que encumbró a Sánchez, quien desde entonces ¡amontona desmanes”.

En efecto, Pedro Sánchez es un caso aparte. Porque al acceder al poder decidió afrontar el problema sin más asistencias que las proporcionadas por su saber y entender. Sin consultar a las fuerzas políticas ni a los órganos de su propio partido, formó un Gobierno débil que habría de sostenerse con el apoyo de los enemigos de España, de la Monarquía y de la Constitución.

¿Y de dónde vienen estos disparates que viene cometiendo el PSOE?

Tengo para mí que todas estas derivas tiene como impulso primario al PSC. Ese partido que ya no sé si es catalanista o, simplemente, un alien dentro del PSOE que tiene como fin llevar al socialismo español hacia la ruina. Así que lo primero que debería hacer el PSOE post sanchista es denunciar el acuerdo PSOE-PSC y obligar a este último a elegir entre el socialismo y el catalanismo. En caso de elegir a este último, el nuevo PSOE debería dar un paso adelante y presentarse en solitario en las elecciones generales en Cataluña.