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Qué quieren que les diga? He llegado a un punto en que me parece que yo también necesito un chivo expiatorio. Ya saben, ese animalillo ... que en la tradición hebraica era sacrificado para la expiación de los pecados de una comunidad, cuando esta sufría alguna desgracia y, a falta de mejor explicación, se entendía que todo obedecía a una cólera divina que había que aplacar. Se trata de una tradición, reconozcámoslo, algo brutal, pero de acrisolada trayectoria. Durante siglos, los propios judíos fueron el chivo expiatorio con el que se exorcizaban las pestes o las hambrunas. En tiempos más recientes de violencia anticlerical se perseguía a los frailes, acusados de combatir las revoluciones populares envenenando el agua de las fuentes. Y los regímenes totalitarios del siglo XX fueron expertos siempre en imaginar “enemigos del pueblo” que, con sus acechanzas, impedían alcanzar de una vez el paraíso prometido.

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lagacetadesalamanca Un chivo expiatorio