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Andan los del Gobierno “triquiñueleando”, tan felices, por una finca de Toledo. Con ellos se extinguió la España católica, apostólica y romana del tío Gorio; ... la del zote Azarías que corría tras la ¡milana bonita! Se acabó eso de echar oración a San Antonio para que busque la ovejita descarriada, el sacar en letanía al santo Isidro, para suplicarle que vuelva la lluvia. Así ha escrito siempre la extrema izquierda sus tópicos; siempre los del campo como baluarte de sus bravatas sociales; el campo arrodillado repitiéndose en sus soflamas llenas de mentira. Aunque hoy su discurso sea otro. Y ya no digan que somos ignorantes, sino despoblados y tóxicos, altamente contaminantes, dicen. ¡Venga ya!

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lagacetadesalamanca Somos del campo, pero no bobos