Sintiéndolo mucho

Como tampoco han pasado por aquí, las giras de despedida de Joan Manuel Serrat o José Luis Perales, otros dos de esos artistas verdaderamente esenciales, a los que si queremos ver por última vez tendremos que desplazarnos a otros lugares de España. Como está sucediendo últimamente con todo lo que merece la pena. Y eso que en el caso de Joaquín Sabina yo tenía ciertas esperanzas desde que supe que la gira se titulaba “Contra todo pronóstico”.

Y mi colega Juan Carlos García Regalado soñando en alguna columna nada menos que con Coldplay ¿Quieres Colplay en la que fue nombrada Capital Cultural Europea? Pues toma otra taza de Café Quijano.

O en fin, te conformas con “Sintiéndolo mucho”, el documental sobre Joaquín Sabina que se estrenará este próximo día 17 de noviembre. “Por fin ayer llegó la hora tan temida / de hacer balance de mi vida / y terminar esta canción / y en vez de echar sal y vinagre en las heridas / haré de tripas corazón”. Canta con su voz canalla y cazallera en la canción compuesta a pachas con su actual productor de cabecera, el señor Leiva, recién estrenada. Es la que da título a la película, una idea de Fernando León de Aranoa, el director, que cámara al hombro ha estado durante quince años documentando con todo lujo de detalles, los buenos y malos momentos, correctos e incorrectos, que protagoniza Joaquín cuando se baja del escenario y deja el bombín: las lagrimitas que se le escapan cuando en México se entera de que un toro ha corneado en la femoral a su amigo el torero José Tomás, las alegrías de una carambola jugando en casa al billar, la mirada aterrorizada ante el espejo en camerinos, la vomitona preconcierto, la ardua pelea en busca de la palabra precisa para rematar un estribillo, y hasta el imprevisto y angustioso paseo en ambulancia después de darse un tremendo tortazo al caer del escenario en el WiZink Center.

Imprescindible para todos aquellos que hemos vivido pendientes del verbo afilado, apasionado, divertido y urbano de un autor de canciones imprescindible y único. Consolémonos los salmantinos del disgusto de no verlo en directo, con esta estupenda película que menos da una piedra.