Secciones
Destacamos
La Prensa ignora la presunción de inocencia (grandes reportajes y los más grandes titulares, por ejemplo, El País, contando las trapacerías que nunca cometió Francisco ... Camps), pero los periódicos no meten en la cárcel a nadie y las leyes y los jueces sí. Del ataque a la presunción de inocencia no son responsables ni los periódicos ni los periodistas sino los filtradores que en los juzgados o en la policía se saltan la ley y entregan el material a la prensa y que nunca son expedientados por esas trapacerías penadas por la ley.
Me interesa reseñar un caso que relataba hace pocos días el Heraldo de Aragón y que ha comentado Juan Soto Ivars en El Confidencial. Los hechos sucedieron en Zaragoza el pasado septiembre: Una chica y un chico pasan una noche juntos en casa de la chica. Al día siguiente, la chica va a comisaría y denuncia al chico por violación. Tras pasar por el juzgado de guardia, donde el chico lo niega y afirma que fue consentido, el juez envía al chico a la cárcel. Pasa allí un mes entero.
Según afirma el abogado del chico, existe un WhatsApp que demuestra la incitación de la chica al pecado. Ante esa prueba, el juez deja al chico en libertad pero le impone una fianza de 5.000 euros. Así que el procedimiento judicial continúa abierto.
Lo más probable –pienso yo- es que cuando se celebre el juicio el chico quede libre de cargos, pero ¿quién le devuelve su buen nombre? ¿Quién persigue la falsa denuncia?
¿Qué distingue la diferencia entre agresión sexual y consentimiento? A primera vista parecería que la diferencia es clara, pero en manos de leguleyos las cosas se complican, y más si se llega a aprobar el proyecto del Gobierno, que parece dispuesto a embarrar más el terreno propiciando las falsas denuncias y acabando de facto con la presunción de inocencia y la igualdad de derechos entre varones y mujeres en cuestiones críticas. Además, como muy bien señala Soto Ivars, “desde la propaganda institucional, se nos instruye día a día en el dogma de que las denuncias falsas existen en todos los delitos salvo los de violencia de género”.
Las denuncias falsas en este campo jamás se persiguen de oficio y muy pocos varones están dispuestos a denunciar esas falsedades para volver a los tribunales que tan mal les han tratado. Claro que, cuando se trata de defender a Juana Rivas (condenada por secuestrar a sus hijos), a las sectarias del feminismo radical no les duelen prendas. La Ministra de desigualdad ha salido a defender a la tal Rivas diciendo que es víctima de una “justicia patriarcal”.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Sigues a Joaquín Leguina. Gestiona tus autores en Mis intereses.
Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.
Reporta un error en esta noticia
Necesitas ser suscriptor para poder votar.