Borrar

Hace años Luis Aragonés, aquel genio de barrio que nos quitó la cara de sempiternos perdedores futbolísticamente hablando, utilizó un curioso ejemplo para exculparse de las acusaciones de racismo tras una arenga al desaparecido Reyes. El Sabio de Hortaleza, como siempre ni corto ni perezoso, ... explicó a la prensa internacional que no podía ser racista porque tenía amigos en todo el mundo y uno de ellos era de Japón. Para aliñar la anécdota explicó que ese amigo era sexador de pollos. “¿No sé si sabéis lo que es?”, preguntó. “Se dedican a decir el sexo de los pollos y sólo equivoca dos por mil”. Si algo consiguió Luis, era más listo que sabio, fue desviar la atención hacia la rimbombante profesión del colega. Y entonces supimos que los sexadores pasan 12 horas mirando el trasero de las aves para determinar, en apenas unos segundos, sin son machos o hembras con un mínimo margen de error. Imagínese así día tras día.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Sigues a Javier Gallego. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca Se necesita camarero