Salud o impuestos

Me pregunto de dónde cree entonces Mañueco que podrán salir los recursos para pagar los servicios médicos que necesitamos. ¿Pensamos que nos lloverán del cielo? ¿De dónde saldrán los medios para atender a todos esos salmantinos que viven en cualquier lugar de nuestra provincia y que sueñan con estar mínimamente atendidos? ¿Cómo podremos pagar a esos médicos, muchos de ellos formados en nuestra propia universidad, para que no tengan que salir despavoridos a otras regiones o países donde se les considere y trate con la dignidad que aquí no parecen estar dispuestos a hacerlo nuestros gobernantes? ¿Cómo podrán ir disminuyendo las cada vez más extensas listas de espera de todos esos pacientes que desde hace tiempo sueñan con esa operación que pueda permitirles tener una vida más fácil, soportable y llevadera o incluso una operación que pueda salvarles la vida?

¿Es tan difícil entender que sin pagar impuestos no nos podremos permitir tener una sanidad pública decente? ¿De qué podrá valernos ahorrar unos cuantos impuestos si la contrapartida de ese miserable ahorro la pagaremos con que no nos puedan atender debidamente ante cualquier problema grave de salud que se nos pueda presentar? ¿Es que todavía seguimos aspirando a ser los más ricos del cementerio? ¿O es que somos tan perversos que simplemente nos sentimos satisfechos con que puedan estar atendidos los que se puedan permitir el lujo de pagar seguros privados?

Y por cierto, después de tanto presumir de lo mucho que nos importa luchar contra la despoblación ¿Alguien cree que se puede luchar contra ella si al mismo tiempo, como nos están advirtiendo desde tantos lugares de nuestras provincias, los condenamos a que no dispongan de un médico que pueda atenderles ante cualquier problema urgente de salud?