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Lo dijo Jean-Jacques Rousseau hace 3 siglos. Permítame recordárselo hoy para poner a Salamanca como ejemplo. Fue el filósofo quien dijo que “las ciudades son el abismo de la especie humana”. Fue él quien anticipó una realidad que seguramente sea mucho más verdad ahora ... que entonces. Las ciudades, sobre todo las grandes, son cada vez más inhumanas y están cada vez más deshumanizadas. La convivencia se extingue y en algunos casos se sustituye por la supervivencia. Cada vez somos más en menos sitios y parte de ese abismo consiste en haber reducido el espacio de las personas, para dárselo a los coches. Por eso déjeme hoy poner a Salamanca como ejemplo, como escuela. En esto estamos por delante. Pocas ciudades, como la nuestra, comprendieron hace muchos años que las metrópolis son ante todo para vivir y que el urbanismo es una herramienta para construir calidad de vida y no para destruirla.

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lagacetadesalamanca Salamanca, paso a paso