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Antonio del Castillo nace en la sevillana Alcalá de Guadaira en 1926, en una familia pobre y condenado a ser jornalero toda su vida, decide ... hacerse torero como fórmula para salir de la miseria. Marcha de casa y comienza su periplo asistiendo a capeas en la Mancha y Guadalajara en su caminar hacia la meta soñada que es Salamanca, a la que llega colándose en el tren. Se adentra en el mundo de torerillos y toreros que pululan por el Bar de Sandalio Silguero, entre los que destacan Gerardo Pavesio; Fernando Guerrero, “El Latas”; Vicente Cano, “El Jerte”; Jesús Salvador, “Faroles”; “El Coquinero” o Dionisio, “Toreri”. Le orienta en sus primeros tiempos Primitivo Lafuente “El Primi”, banderillero zaragozano a quien sorprendió la guerra civil en Salamanca curándose una cornada sufrida en Parada de Rubiales y que es padre de dos retoños que también apuntan hacia el toreo: Victoriano y Adolfo. También ayuda a Manolo Romero, natural de Utrera, que coincide como compañero de Antonio en la misma pensión salmantina.

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lagacetadesalamanca Romance de valentía