Borrar

Pensábamos que la pandemia del coronavirus iba a cambiar el mundo tal y como lo conocíamos y, sin embargo, están siendo las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania las que nos van a llevar a vivir escenas que creíamos olvidadas.

Aunque no tanto.

El ... más que probable corte del gas ruso a Europa ha puesto a todos los países de nuestro entorno en máxima alerta. Tenemos que reducir el consumo energético como sea. Es evidente. Pero no hay miedo. Si recuerdan, hace apenas dos cursos, nuestros hijos han estudiado con las ventanas abiertas durante todo el invierno para evitar contagios. Enfundados en sus abrigos y frotándose las manos entre clase y clase, sacaron las mismas notas que antes. El que era estudioso, buenas; el vaguete, malas. Por lo tanto, los chavales ya saben lo que es estudiar sin calefacción durante las horas lectivas. Al menos, algo habrán ganado cuando les digan que el aula no puede sobrepasar los 19 grados. Si no es necesario abrir las ventanas, no habrá peligrosas corrientes con las que llevarse una pulmonía a casa.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Sigues a Miguel Ángel García-Mochales. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca ¡Qué ‘caló’ hace, presidente!